Abran un mapa. O, bueno, pongan en Google “mapa de América del Sur”. Saldrán los países que todos conocemos: Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Bolivia, Paraguay, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela. Pero también aparecerán algunos, más chiquitos, bien al norte, casi cayéndose al Océano Atlántico, que a muchos apenas le suenan: Guyana y Surinam. Esos dos países son parte de Sudamérica –al menos en lo estrictamente geográfico– pero no son parte de la Conmebol. Sobre ellos es esta historia.
En Surinam nacieron jugadores célebres, cracks inolvidables que la rompieron en los clubes más importantes, que fueron multicampeones y que, incluso, brillaron en mundiales. El problema es que ninguno de los cracks nacidos en Surinam jugó para la selección de Surinam: Edgar Davids o Clarence Seedorf son los ejemplos más contundentes de eso. Ruud Gullit, de padre surinamés, es otro.
Lo de Guyana es más modesto: no tiene grandes glorias para mostrar. Apenas algunos jugadores que cruzaron la frontera y llegaron a la Major League Soccer de Estados Unidos o al ascenso del fútbol inglés, israelí o danés, como sucede con varios futbolistas de su selección actual.
La clasificación al Mundial de Rusia fue un desastre, es cierto. En la segunda ronda de la Eliminatoria de la Concacaf, Guyana perdió su serie ante San Vicente y las Granadinas, y Surinam fue goleado por Nicaragua. El último ranking FIFA avala esos resultados: Surinam se ubica en el puesto 141; Guyana, en el 166. Lejos de la crema del fútbol sudamericano y europeo.
Pero bueno, más allá del nivel, de la historia o del presente, Surinam y Guyana forman parte de América del Sur y algunos quieren que el fútbol no genere su propia cartografía. Por eso piden que estas dos selecciones jueguen la Eliminatoria de la Conmebol y no la de la Concacaf.
Por eso ahora crearon una petición en Change.org para que Surinam y Guyana puedan enfrentar a la Argentina de Messi, al Brasil de Neymar o al Uruguay de Suárez. “Estas selecciones han demostrado un gran potencial, reflejado en jugadores de talla mundial nacidos o de raíces tanto surinamesas como guyanensas. Aunque al inicio les cueste adaptarse, el resultado hará mucho más competitivo de lo que es al fútbol sudamericano, poniendo como ejemplo la evolución de Venezuela, que hoy ya no es más una selección débil”, explica la petición dirigida a la Conmebol y a la FIFA. Hasta ahora, la firmaron 73 personas. Necesitan al menos 100.
La explicación de por qué ni Surinam ni Guyana pertenecen a la Conmebol es un poco vieja. Dicen que como fueron los últimos dos países del subcontinente en independizarse –Surinam se independizó de Holanda en 1975 y Guyana de Gran Bretaña en 1966–, cuando conformaron sus equipos nacionales prefirieron competir contra selecciones de menor nivel como las del Caribe y América Central y Norteamérica. En algunos sitios también aparece el idioma como una barrera, algo difícil de sostener en estos tiempos. Por eso, dicen, ya es hora de romper con eso. Así, dentro de un tiempo, cuando veamos un mapa de América del Sur, ni Surinam ni Guyana nos parezcan tan ajenos como ahora.
