De ídolo a indigno. De ángel a demonio. De genio a mala leche. Carlos Tevez pasó por todos esos estadios en La Paternal, donde hizo dos de los goles con los que Boca le ganó 3-1 a Argentinos, pero también fracturó a Ezequiel Ham, el pibe de 21 años que había convertido el descuento y se tuvo que ir desahuciado en ambulancia.
La salida de Ham, entre su lógica desesperación, la preocupación de sus compañeros e incluso la de sus rivales, fue una de las tantas escenas que sirvieron para ilustrar un partido enfermizo: mucha violencia, a veces desmesurada, tumultos y empujones, un árbitro –Luis Alvarez– desconcertado al que sólo le faltaba disculparse por errar tanto, y un contorno que muchas veces intensificó esas situaciones a fuerza de bramidos, insultos y gritos. Por suerte, la prueba piloto del regreso del público visitante no empezó por allí.
En el medio de todo esto también hubo un partido. Un partido que, vale decirlo, fue entretenido más por los incidentes que por el juego en sí. Pero a veces el fútbol es así: un combo que no sabemos bien dónde empieza ni tampoco dónde termina.
Quedó claro en el entretiempo, cuando los jugadores se acomodaban para reanudar el partido y Lenis fue expulsado por Alvarez por pegarle a Lodeiro en el final de la primera parte. No se entendieron dos cuestiones: por qué el referí esperó hasta que volvieran al campo para echarlo, y por qué lo expulsó con doble amarilla y no con roja directa.
Alvarez y sus líneas ya se habían equivocado antes, en un gol de Franzoia que anularon por una supuesta posición adelantada que no fue. Ahí, en ese instante, Boca estaba desorientado, asfixiado en ese rinconcito de La Paternal: los errores arbitrales, más una buena respuesta de Orion (que se retractó de una mala salida anterior) y una salvada heroica de Monzón evitaron que quedara abajo. Pero fue en ese bloqueo creativo y lúdico en el que se encontraba cuando apareció el Tevez genio: se deslizó de izquierda a derecha y sacó un remate que entró en el ángulo del arco de Gabbarini.
Después de eso vinieron los minutos de furia de Lenis, que se sacó de quicio y quería boxear a quien se le pusiera delante: lo tuvieron que agarrar entre varios compañeros y algunos empleados de seguridad privada. Como en una telenovela de la tarde, cuando advirtió que estaba echado, cercado y no podía descargarse con nadie, empezó a llorar desconsolado.
A poco de iniciarse la segunda parte, Lodeiro, el hombre que hizo enloquecer a Lenis, filtró un pase de Playstation y dejó a Tevez solo: Carlitos definió arriba y estiró la ventaja. Pero un minuto más tarde, en una distracción en las marcas, Ham apareció al lado de Orion y corrigió un cabezazo de Freire para poner el 2-1. El Cata Díaz evitó el empate un rato después –él y Monzón pueden jactarse de haber hecho que Boca ganara ayer– y el partido lentamente entró en una meseta que benefició al líder del torneo.
La patada de Tevez –imprudente, pasando el límite que recordó Blas Armando Giunta antes del superclásico y por el que Arruabarrena se enojó en la semana– agudizó la quietud del equipo de Gorosito que, ya vencido, sufrió el tercer gol, de Calleri. Argentinos no sólo cayó en el resultado: perdió a Lenis, uno de sus mejores jugadores, seguramente por más de una fecha, y también a una de sus promesas por varios meses. Boca, en cambio, se fue mejor que como llegó: puntero y un paso más cerca de ganar el campeonato.
Gorosito: “Fue a proposito”
Fractura expuesta del tobillo derecho. Tevez le provocó a Ham una de las lesiones más temidas en el fútbol. El jugador de Argentinos fue operado anoche y se estima que estará al menos tres meses sin jugar. En el mismo momento en que se produjo la fractura, y cuando la repetición de la TV presuponía su gravedad, el submundo de las redes sociales empezó a agitarse. Luego, eso se trasladó a los protagonistas, que cruzaron opiniones sobre la jugada. “Siento bronca porque fui a la pelota, no tuve mala intención. Me dijo que le había hecho mal y eso me pone triste”, expresó Tevez, que anunció que irá a visitar a Ham al hospital. Sin rodeos, el DT de Argentinos, Néstor Gorosito, aseguró que Tevez “fue a pegarle a propósito”. Y agregó: “Ahora que no se hagan los afligidos”. Para Arruabarrena, en cambio, se trató de “una jugada normal en un partido fuerte”.