Campeones del mundo, campeones de América, campeones de la Finalissima intercontinental. ¿Alguna vez volamos tan alto? ¿Quién hubiese pensado en 2018, luego de la frustración y el caos en el Mundial de Rusia, que el fútbol argentino estaría donde está ahora?
Mañana, como si hubiese que validar todo esto, el mundo futbolero posará su mirada en el Salle Pleyel de París, una sala de conciertos sinfónicos y sede de la Orquesta filarmónica de Radio France y de la Orquesta de París, donde la FIFA entregará los premios The Best. Nunca antes hubo tanta atención mediática por este galardón como estos días. Es otra de las consecuencias del Mundial ganado hace poco más de dos meses: la euforia sigue, y sigue probablemente porque entre los nominados están Lionel Messi, el capitán y emblema de la Selección; el Dibu Martínez, el héroe de la final en el Lusail contra Francia; Lionel Scaloni, el entrenador que le dio su nombre al equipo; y la hinchada argentina, admirada y analizada en otros países como un fenómeno de difícil comprensión.
Los simpatizantes argentinos llenaron las calles de Buenos Aires y cada punto del país a lo largo de todo el Mundial, pero sobre todo lo hicieron en Qatar, un país ubicado a 13.278 kilómetros de distancia. Miles de hinchas viajaron y coparon cada tribuna, por lo que se convirtieron en otro atractivo de color durante los 28 días que duró el certamen mundialista.
La FIFA describió la nominación nacional de la siguiente manera en su sitio web: “El viaje desde Argentina hacia Qatar no es precisamente corto, pero los hinchas de la albiceleste llegaron a Doha en gran número desde el comienzo del campeonato para apoyar a Lionel Messi en su último intento por ganar el único trofeo que le seguía siendo esquivo hasta entonces”.
“El ruido que hicieron en las gradas fue constante, con repiqueteo de tambores y cánticos continuos que hicieron que casi todos los partidos de Argentina parecieran un encuentro en la casa para Messi y compañía”, agregó la FIFA.
Argentina competirá con Japón, reconocida por limpiar sus tribunas luego de cada partido. “Pensamos que es mejor vivir en un lugar más limpio y también porque queremos dar las gracias al lugar que visitamos. Es un hábito. Me han enseñado de esa manera desde que era un niño”, describió Megumi, un hincha japonés durante el Mundial de Qatar. En la terna también estará el hincha saudí Abdullah Al Salmi, que se pasó 55 días caminando por el desierto para ver en acción a su selección.
En las ternas netamente deportivas, Messi competirá en la categoría de mejor jugador del año contra los franceses Kylian Mbappé, goleador en Qatar, y Karim Benzema, que no pudo estar con el seleccionado francés en Qatar por una lesión, pero tuvo una destacada labor al llevar al Real Madrid a ganar un nuevo título de la UEFA Champions League en 2022.
En la categoría de mejor arquero, la FIFA eligió a Emiliano Dibu Martínez, del Aston Villa, pero principalmente por su actuación en el Mundial con Argentina. Lo mismo pasa con Yassine Bounou, del Sevilla, una de las estrellas de Marruecos, la revelación de Qatar. Completa el podio Thibaut Courtois, estrella del Real Madrid campeón de la Champions. Justamente, el Real también posicionó a Carlo Ancelotti en la terna de mejores entrenadores, en la que competirá con Pep Guardiola (City) y el creador de la Scaloneta. La consagración en cada terna es casi una anécdota: el mejor premio, la tercera estrella de nuestra historia, está en casa. Lo demás no importa nada.
