La tristeza e impotencia tras decretarse el descenso de River al Nacional B provocó que hinchas de River realizaran destrozos sobre la avenida Udaondo, donde se desató un caos que duró más de una hora. Además, la confitería del club fue totalmente devastada.
Los vándalos destruyeron un móvil de Crónica TV, rompieron a piedrazos puertas de vidrio de ingreso al club y se trenzaron en una batalla con la Policía, lo que dejó un saldo de 68 heridos de los que 25 son agentes del orden. Uno de los efectivos está internado en grave estado.
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