Se viralizaron las imágenes y el video, empezaron a circular comunicados, el club inició una investigación interna y el episodio llegó hasta a la Justicia. El entrenamiento “clandestino” de Deportivo Riestra en plena cuarentena, mostrado por una cámara camuflada de TyC Sports, movilizó a los distintos actores de un fútbol argentino pausado por la pandemia de coronavirus.
¿Pero qué pasó? ¿Cómo se armó ese entrenamiento? ¿Fue premeditado o espontáneo? PERFIL habló con diferentes personas y reconstruyó la escena por la que el club del Bajo Flores recibió duras críticas desde todos los ángulos: primero la AFA, luego Agremiados y más tarde el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens.
De acuerdo con esa reconstrucción, los futbolistas que participaron del entrenamiento informal habían llegado hasta el club no para practicar, sino para cobrar un adelanto de sueldo. Luego de recibirlo, y tras una charla entre ellos, le pidieron a uno de los encargados del predio si podía abrirles las puertas de la cancha. “Fue una cagada. Un error, una equivocación, un momento de debilidad, como quieras llamarlo”, le cuentan a 442 desde adentro de la institución, que se ubica a metros de la 1-11-14, uno de los barrios más castigados por el Covid-19 en el país.
Lejos de ser juveniles motivados por el hastío, las personas que estaban adentro de la cancha eran jugadores profesionales –Riestra está cuarto en la zona B de la Primera Nacional– con un agravante institucional: uno de los hombres que les alcanzaba las pelotas era uno de los vicepresidentes del club. Por esa razón, entre otras, dentro de la AFA no dudaron en sacar un comunicado con rapidez. De hecho, uno de los vicepresidentes de Viamonte 1366, Marcelo Achile, también presidente de Defensores de Belgrano, no dudó sobre la posición que deben adoptar: “La AFA va por todo”, remarcó. ¿Qué sería ir por todo? Sancionar a través del Tribunal de Disciplina y mostrarse inflexible para el afuera.
Lammens, por su parte, también fue enfático: “Es una irresponsabilidad. Violar la cuarentena de esa manera, cuando todos estamos haciendo un esfuerzo enorme. El resto de los equipos tampoco están entrenando, todos la están cumpliendo a rajatabla”, dijo.
En Riestra saben que el error ya está cometido, y que las sanciones pueden provenir más allá de la AFA: también desde la Justicia y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. De hecho, Maximiliano Vence, titular de la Fiscalía PCyF N° 8 de la Ciudad, abrió una investigación de oficio. “Los pibes estaban ahí boludeando, pidieron entrar y una persona los complació. El estadio de Riestra es una casilla con una cancha. Abrís una puerta y listo”, explican.
Como otras veces en los últimos años, Deportivo Riestra quedó en el centro de la escena por algo alejado del juego. Ahora, le quedará recurrir a ciertos lazos de poder para que este entrenamiento “clandestino” en medio de la cuarentena quede como un episodio repudiable, y no mucho más que eso.