Algún día, Camioneros va a jugar la final de la Copa Libertadores de América. Sólo es cuestión de tiempo”, afirma, con una sonrisa de boca a boca, Guillermo Calleri, desde su doble rol de gerente deportivo y director técnico del Club Social y Deportivo Camioneros, que acaba de lograr la mayor gloria de sus ocho años de vida: ascender al Federal A. “Este ascenso es algo que al club se le venía negando desde hace dos temporadas, y gracias a Dios este año me tocó a mí lograr el objetivo y dar la vuelta olímpica con estos muchachos, que fueron unos leones y lo demostraron con la excelente campaña que hicimos y con este ascenso histórico”, asegura el padre del ex jugador de Boca Jonathan Calleri, actualmente en Las Palmas de España. Y agrega: “Para mí tiene un significado especial, ya que, si bien desde 2009 estoy a cargo de la gerencia deportiva del club, fue mi primera experiencia como entrenador. Eso me llena de orgullo y me da más fuerzas para seguir. Ahora se viene un torneo muy difícil y largo como el Argentino A en donde, en primera instancia, iremos en busca de mantener la categoría, y si los resultados se dan, empezaremos a pensar en el Nacional B”.
El origen del club que hoy es orgullo del gremio surgió de una visión de Hugo Moyano y de su hijo mayor, Pablo Hugo (actualmente a cargo de la presidencia de la institución), tras un torneo de fútbol que tuvo lugar en 2004 y del que participaron 28 equipos integrados en su totalidad por el personal de empresas afiliadas al Sindicato de Camioneros de la República Argentina. El éxito fue tal que los animó a pensar en la creación de un club que representara al gremio en la AFA.
Así, dos años después, anotaron al Club Mutual de Trabajadores Camioneros en la Liga Lujanense, con el sueño de lograr una plaza para el Argentino C. El objetivo se cumplió con creces, ya que el equipo salió campeón de manera invicta. Después, vendría un subcampeonato y, ya en 2009, bajo la nueva denominación de Club Social y Deportivo Camioneros, otro título lo llevaría a clasificar por tercera vez consecutiva al torneo del interior. Pero, al igual que en los años anteriores, el sueño del campeonato se volvió a esfumar tras perder, por penales, en la final ante Atlético Mercedes.
Lejos de bajar los brazos, siguieron intentando y, en 2013, bajo la conducción técnica de Hugo “Pachorra” Smaldone, tuvieron su gran recompensa al lograr el ascenso al Argentino B, de manera invicta. Insaciables por naturaleza y envalentonados por ese ascenso histórico que tantas veces se les había negado, los Moyano decidieron redoblar la apuesta y a partir de allí pusieron en marcha el nuevo desafío: ascender al Federal A. Objetivo que acaban de lograr el pasado miércoles 20, después de dejar en el camino en la final a Sportivo Peñarol de Chimbas de San Juan. El club ya está pensando en remodelar y agrandar su estadio, el Hugo Moyano, que ahora tiene capacidad para 5 mil personas.
La campaña que acaba de depositarlos en el Federal A y que los deja en la puerta de poder jugar en el Nacional B fue contundente: de los 18 partidos disputados, ganó 15, empató 2 y perdió 1, con 34 goles a favor y 8 en contra. A los que hay sumar los playoff: 3 partidos ganados y 3 empatados.
Lo cierto es que, al igual que el sorprendente Agropecuario de Carlos Casares, el equipo de la familia sojera Grobocopatel que está haciendo una gran campaña en el Nacional B, Camioneros quiere soñar a lo grande. Los Moyano, también.