DEPORTES
WEST HAM, dividido

Un clásico que se juega también en Londres

A Lanzini y Calleri los une el mismo equipo en la Premier League, pero los separa su amor en Argentina: recuerdos, análisis y el palpito para el duelo de mañana, que verán por TV.

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Viejos tiempos. Calleri jugó con la camiseta de Boca en 2014 y 2015: hizo 16 tantos en 41 partidos. Lanzini salió de la cantera millonaria, y luego de un paso por el Fluminense, se afianzó en Primera: en 2013 convirtió, de cabeza, el gol más rápido de la historia de los superclásicos. | cedoc

Que gane el mejor y el que pierda...bueno, nos reiremos y lo gastaremos un poquito”. El español Adrián San Miguel, arquero del West Ham, habla por WhatsApp y sintetiza, de ese modo, lo especial que fue esta semana en el club de Londres: en el vestuario y en los entrenamientos, él y algunos de sus compañeros estuvieron pendientes de las miradas y las ironías de Manuel Lanzini y Jonathan Calleri, los argentinos –uno ex River y otro ex Boca– que ahora defienden la misma camiseta a más de 11 mil kilómetros de su país.

Faltan pocas horas para un nuevo superclásico y los dos recuerdan con PERFIL su pasado cercano. Viven y trabajan en Inglaterra, pero conocen a la perfección la actualidad de cada equipo. “Es un partido determinante”, dice Lanzini. “Si Boca gana, muy posiblemente se desprenderá del resto”, añade Calleri.

En el exterior, el Boca-River es un partido mitológico: uno de los espectáculos deportivos que, según publicó en 2004 el diario inglés The Observer, hay que ver antes de morir. Especialmente si se juega en la Bombonera, como sucederá mañana, a las 17. Sin embargo, Calleri cuenta que su percepción es distinta. “Ellos no se dan cuenta de la dimensión que tiene. En Europa están acostumbrados a que los derbis sean de otra manera, los sienten diferente”, explica. “Algunos conocen la rivalidad que existe entre Boca y River pero no pasa de eso”, cuenta Lanzini. Ambos admiten que, por esta pasión propia de los argentinos, no verán el superclásico juntos. Prefieren verlo cada uno en su casa, y después esperar la llamada o el día después.

—¿Se llaman después del partido para cargarse?

Lanzini: Depende del resultado, pero no pasará a mayores ni tampoco creo que dure toda la semana. Le tengo mucho respeto a Jony; igual, ojalá que gane River.

Calleri: Al otro día siempre hay una cargada, algún chiste, pero no pasa de eso. La verdad es que Boca me dejó un cariño muy grande y quiero que gane siempre, más allá del clásico. Sé que Manu es muy hincha de River y por eso trato de no cargarlo al instante.

—Pese a cumplir actualmente el sueño de jugar en Europa, ¿qué darían por poder volver a jugar un Boca-River?

L: No se me ocurre nada material o sentimental, pero sí sé que cuando llegue el momento de retornar a River, una de las grandes razones será volver a jugar un Boca-River.

C: Siempre soñé desde chiquito jugar en Europa, pero un clásico es especial. Daría muchas cosas por volver a sentir esa adrenalina.

—Jonathan, ¿creés que Centurión hará olvidar a Tevez en Boca?

C: Ojalá. “Centu” es un gran jugador. Está siendo el 10 que el equipo necesita. Viene de una lesión y con muchas ganas, y ojalá haga olvidar a Tevez, que fue muy importante para el equipo y así lo demostró en el último partido en el Monumental.

—Manuel, ¿qué opinás del juego del actual River de Gallardo y de esta oportunidad?

L: Es un partido determinante. Además, después de Boca le quedan partidos con los equipos que están peleando arriba. El juego que propone Gallardo creo que está muy bien: un equipo muy sólido en todas sus líneas y con buena circulación de pelota.

—Ambos han hecho carrera en las ligas argentina, brasileña e inglesa, ¿en qué país sintieron más peligro en el contexto de un clásico?

L: Creo que lo más peligroso es el ambiente en Argentina por el tema de las hinchadas. La gente es un poco ansiosa y no sólo el día del partido, sino también al comienzo de la semana.

C: En Argentina se vive de una manera distinta al resto. Allá el que gana se lleva toda la gloria. Si Boca gana, muy posiblemente enfile el campeonato, y si River gana, empieza el conflicto en Boca. La gente espera con mucha pasión todo el año para ver jugar a Boca contra River, hay muchas cosas en juego... Lo que es la atmósfera de tus amigos, de la gente, que siempre es hincha de Boca o hincha de River.

—La anécdota más divertida de cada uno en un Superclásico...

L: El día que marqué el gol más rápido de la historia del superclásico, mi cara se desfiguró. Parecía que tenía un ojo a un lado de la cara y el otro arriba, porque no sabía de qué manera festejarlo.

C: A mí me quedó la alegría del 5-0 en el verano. River venía de ganar la Sudamericana. Hicimos un partido bárbaro jugando con suplentes. Fue el clásico que más disfruté.