Aveces hay un plan. A veces, un boceto. A veces, ni siquiera eso. En esta nueva AFA, las certezas, las dudas y las improvisaciones son parte de una misma receta para afrontar los desafíos de la coyuntura. Pasó con el despido de Edgardo Bauza, pasó con la llegada de Jorge Sampaoli (una “revolución” que viene en bicicleta desde Sevilla) y ahora sucede con un tema que es histórico, pero que tomó vigencia esta semana: la violencia en las canchas. La muerte de Emanuel Balbo, el hincha de Belgrano al que asesinaron en el estadio Mario Kempes, forzó una reacción de Claudio “Chiqui” Tapia y sus allegados, que dibujan sobre la marcha posibles medidas para abordar estos episodios.
El plan es simbólico –o gestual– y también técnico. Porque la primera medida que tomó el presidente de AFA fue llamar al padre de la víctima cuando todavía no había fallecido. Tapia se puso a disposición y le preguntó en qué podía ayudarlo. Raúl Balbo, en estado de shock, le respondió como podría responderle cualquier padre en esa situación: con más reproches que pedidos.
Al mismo tiempo que hacía el llamado, Tapia habló con sus dirigentes más cercanos para pensar una estrategia contra la violencia en el fútbol. El presidente no tiene un plan, pero piensa armarlo. La colaboración del Estado, aseguran en AFA, es determinante. “Ninguno de nosotros es especialista en seguridad. Para eso pagamos un servicio, que encima es bastante caro”, remarca Javier “Pipo” Marín, de Acassuso.
La primera pista de una posible ayuda del Estado llegó el miércoles, cuando Tapia retuiteó al secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj. El funcionario había anunciado por esa vía que iba a trabajar, junto a la AFA, en la conformación de un “convenio macro contra la violencia”. La foto era simbólica: estaban él, Tapia y Daniel Angelici, el enlace entre la AFA y el Gobierno.
En el edificio del fútbol argentino cuentan que la asamblea del 18 de mayo, en la que se elegirán autoridades para el Tribunal de Disciplina y el de Apelaciones, podría ser el día en que se formalice un plan integral. La idea es crear una comisión de seguridad que no sólo se limite a sancionar. También revisar el reglamento de faltas de AFA y adaptarlo al código disciplinario de la FIFA.
“No habrá la pasividad que había antes. Se va a cambiar mucho en este tema”, le dice a PERFIL Adrián Zaffaroni, presidente de J.J. Urquiza, vocal del Comité Ejecutivo y uno de los hombres del Ascenso más cercanos a Tapia.
El lunes se hará formal la sanción preventiva a Belgrano. El homicidio ocurrió en la tribuna del club que preside Armando Pérez, quien hasta hace un mes estaba al frente de la AFA. De ahí, por supuesto, surgieron suspicacias. “Es un pase de facturas”, salieron a decir, sin cintura, los dirigentes celestes. Lo cierto es que el club cordobés no podrá jugar en su provincia y recibirá una multa económica. A eso se le podría agregar una quita de puntos, algo que no está definido. “Si sancionás económicamente y les sacás puntos, se calma todo”, le dice a este diario un miembro del Tribunal de Disciplina de la AFA. Sabe que la calma, por más sanción que haya, no durará mucho.
Amenazas en el telefono
El presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, fue amenazado de muerte ayer por la mañana. Por lo que informaron sus allegados, el dirigente recibió llamados y mensajes con amenazas explícitas, lo que generó que presentara la denuncia correspondiente. En la AFA relacionan este hecho con la sanción que recibirá Belgrano tras la muerte de Emanuel Balbo, tirado de la tribuna norte del Mario Kempes el domingo pasado en el clásico ante Talleres. Incluso, algunos directivos contaron que el número telefónico de Tapia había sido publicado en redes sociales, luego de que se difundiera que Belgrano no podrá hacer de local ni en su estadio ni en su provincia.