Una semana después del estallido del escándalo con travestis en que se involucró, el delantero brasileño Ronaldo apareció anoche por primera vez ante las cámaras de televisión para declararse "avergonzado" y "arrepentido" de su "acto estúpido".
"Lloré mucho", confesó el jugador de 31 años, en una entrevista a la TV Globo en la que comparó el caso a un "huracán" que dejar una "mancha de por vida" en su imagen personal.
Durante la entrevista, Ronaldo se manifestó dispuesto a trabajar para "reconstruir" su reputación y preservar su carrera profesional, insistió en referirse al caso como un "acto aislado" y, en tres ocasiones, trató de deshacer las sospechas de que sería homosexual. "Soy totalmente heterosexual, sobre eso no quedan dudas", expresó Ronaldo, quien, antes de que estallara el escándalo, era conocido como una especie de "coleccionista" de bellas mujeres, como las modelos Daniella Cicarelli, Raica Oliveira y Mireia Canalda.
En la entrevista a TV Globo, Ronaldo insistió en que cayó en una trampa armada por una "pandilla" de prostitutas travestis dedicadas a la práctica de la extorsión: "Todo indica que realmente es una pandilla que suele hacer eso con gente famosa y anónima, con hombres casados, (una pandilla) dedicada a aterrorizar a esas personas".
El delantero del Milan reiteró su versión de la historia. Dijo que, al salir de una discoteca en su automóvil, decidió llevarse a un hotel de encuentros a una prostituta, sin enterarse de que se trataba del travesti André Albertino, alias "Andréia Albertine". Agregó que otras dos "prostitutas" se reunieron a ambos en el hotel, pero aseguró que, al contrario de lo que aseveró "Andréia" a la prensa, no hubo consumo de drogas ni tampoco relaciones íntimas, y sostuvo que fue víctima de un intento de extorsión. "No tuve relaciones (sexuales) porque, cuando me di cuenta de que no era lo que yo buscaba, saqué a mi equipo de la cancha. Nunca consumí drogas, sigo siendo un atleta, pese a estar alejado por mi lesión", afirmó, al aludir a la rotura completa del tendón de la rodilla izquierda que lo obligó a realizarse una operación en Francia, en febrero pasado. Pese a ello, dijo que no pretende demandar a "Andréia Albertine" por calumnia, y se manifestó convencido de que "el error más grande fue el mío, por haber buscado una cita como esa".
Ronaldo confirmó que el escándalo llevó a un rompimiento de la relación que mantenía desde hace más de un año con la ingeniera Beatriz Anthony, de 23 años, aunque aseguró que aún no ha perdido las esperanzas de que haya una reconciliación. "Su primera reacción fue insultarme, pero luego me brindó apoyo. Para ella, es muy difícil perdonar. Todavía no sabemos qué va a pasar, pero hasta ella me apoyó y me ayudó a soportar todo", dijo.
Además de la novia, el delantero ya da como seguro que ha perdido también la posibilidad de una renovación de su contrato con el Milan, que expira el mes próximo. "Mi contrato con el Milan expirar en junio, y después estaré libre para negociar con clubes", dijo. Pero se manifestó convencido de que los daños a su imagen causados por el escándalo no impedirán que siga actuando como embajador de la Unicef contra la pobreza ni tampoco afectar n a los contratos que mantiene con grandes empresas como la estadounidense Nike y la italiana TIM, responsables de la mayor parte de sus ingresos, calculados en unos 32 millones de dólares anuales. "No tiene nada que ver con mi vida profesional como jugador. No interfiere en mi posición de embajador de la Unicef, nada va a obstaculizar eso. Con las empresas con las que tengo contrato, eso (el escándalo) fue interpretado como un acto aislado", sostuvo.
Ronaldo admitió que es el principal culpable de todos sus actuales problemas: "Ese fue un momento trágico, en el que tomé la peor decisión de mi vida personal", afirmó el delantero, quien agregó: "Estoy más que arrepentido, estoy avergonzado". No obstante, aseguró que algo positivo resultó del escándalo: "Eso también me acerca a la gente. Como jugador exitoso, sufrí toda mi vida por el hecho de ser mirado como si fuera de otra dimensión. Soy un ser humano. Tengo mis debilidades, mis miedos, tengo todo lo que tiene una persona normal".
El delantero afirmó que, a partir de ahora, se dedicar exclusivamente a la fisioterapia para recuperarse de la operación en la rodilla y poder regresar a las canchas. En su mente, tiene en claro dónde hacerlo: en su "equipo del corazón", el Flamengo. "Es mi gran sueño, y estoy seguro de que las puertas del Flamengo estar n abiertas para mí", concluyó.