El recorte gradual a los subsidios a los servicios públicos que anunció el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner tendrá un impacto más directo en el caso del suministro de gas y agua, que -en el último caso- pasará a costar más del doble en junio.
La medida afecta a casi dos millones de hogares y, a diferencia de lo que ocurre con el gas, no se podrá evitar el aumento si se consume menos que el año pasado.
Para quienes paguen 27 pesos actualmente, la factura de AySA será de $45 en abril, $59 en junio y $73 en agosto, lo que representa un aumento total del 170 por ciento. Aún así, el Estado seguirá aportando un subsidio de 107 pesos.
Según la información que brindó el Ministerio de Planificación, Perfil.com estimó cuánto es el monto aproximado que uno va a tener que pagar si mantiene el mismo nivel de consumo.