Para el Indec, en abril se creció a 7%, casi las añoradas tasas chinas de los inicios del modelo. Pero tras el veranito, llegó el análisis y pinta un crudo invierno: abril de 2012 registró una caída de 1,15%, una recesión, la caída más gran desde la crisis de 2008. Los economistas creen que el dato del cuarto mes del año fue oficialmente dibujado, pero no creen que se haya crecido poco. Estiman que fue de 4,5 por ciento. Sin embargo, también revisaron sus estimaciones de evolución de la economía para 2013, pero a la baja. Del 4 al 3%, en el caso de Analytica; y del 3 % al 1%, para Finsoport.
“Lo mejor del año ya pasó”, “no esperen más que esto”, son las frases que sintetizan las expresiones de economistas consultados por este medio.
Hay dos razones básicas:
◆ Consumo. El Gobierno ayudado por la recaudación volcará fondos para volver a aumentar las jubilaciones y la asignación universal por hijo con la vista en lograr una primavera económica hacia las elecciones. Esto es bueno para los sectores de menores ingresos, que podrán ganarle a la inflación con es os ingresos. Pero la clase media tiene ajustes salariales que la empatan con lo que el consumo, en términos agregados, ya no tracciona del mismo modo que en 2011.
◆ Dólar. La falta de divisas por las importaciones de energía son el principal obstáculo para el despegue. Tras las elecciones se estima que se volverán a afectar las importaciones y el turismo para que no se vayan los billetes verdes. Y mientras menos reservas se acumulen por el blanqueo de capitales, más trabas se aplicarán, advierten.
Rodrigo Alvarez, de Analytica, y Fausto Spotorno, de OJF, coincidieron en que el primer semestre tuvo dos trimestres cuyo comportamiento fue diametralmente diferente en cuanto a crecimiento. En la primera parte, la economía estuvo estancada, mientras que en la segunda se está observando una clara recuperación. Sin embargo, la cuestión de la escasez de divisas fue la clave de todo el período. Las crecientes importaciones de energía y el aumento del déficit en la balanza de servicios, que incluye turismo, junto con la pérdida de competitividad de las economías regionales, redujeron significativamente la cuenta corriente de la balanza de pagos. Todo esto sumado a algunos pagos de deuda hacia el exterior están provocando una fuerte pérdida de reservas, a pesar que la liquidación de exportaciones se recuperó a los niveles de 2011.
Alvarez advierte otra característica de ese crcecimiento: no es homogéneo, o como afirma Lorenzo Sigaut Gravina, de Ecolatina, la industria tiene una leve recuperación en 2013 impulsada por el sector automotriz, la elaboración de alimentos y, en menor medida, la producción de insumos para la construcción.
“Podría resumirse como un primer trimestre horrible y un segundo trimestre más estable”, sintetizó Jorge Todesca, de Finsoport.
Dante Sica, de Abeceb.com prevé un crecimiento de 2 a 2,5% para este año.
Consideró que la Argentina seguirá con un esquema de bajo crecimiento con inflación porque la mirada del Gobierno sobre los aumentos de precios es la de “quitarle privilegios a los grupos corporativos. La respuesta es política y no económica, como el control de precios. La segunda restricción es no tomar endeudamiento externo. El déficit público va a seguir financiado con emisión y es un punto inflacionario que el gobierno no soluciona”.
El consumo, en tanto, “se está desacelerando y representó menos de la mitad que el año pasado en el primer semestre”, explicó el economista.
En el punto del financiamiento, la tasa de inversión se mantiene baja “porque el ahorro local por la desconfianza se deriva al exterior”, evaluó Sica, quien determinó que se necesitan ratios asiáticos de inversión —del 30 al 40%— para sostener tasas de crecimiento del 10% “pero el Gobierno y los gobiernos provinciales toman financiamiento del mercado local y excluye a las empresas”.
El mercado laboral no está cayendo pero tenemos gente con problemas con el empleo. Subocupados que no trabajan la cantidad de horas necesarias y, del otro lado, trabajadores que no quieren hacer horas extras porque terminan en un mayor pago del impuesto a las Ganancias.
Todos los consultados insisten en que “el gran deterioro está asociado a la política energética”, los subsidios, que representan el 4% del PBI y en un 75% están dirigidos a energía y otro 25% a transporte.
Por el comercio exterior, “en el segundo semestre puede haber un poco más de dólares pero hay que importar más combustible que el año pasado por Ensenada que obliga a importar 10% más. Las partes piezas o flujos para la producción está saliendo con dificultades en la medida que se quejan”, agregó Sica.
La economía seguirá dependiendo de factores externos como el clima para el campo, la demanda industrial de Brasil y la de alimentos de China, con las limitaciones de crecimientos más moderados en los dos países. “El ciclo de alta liquidez y tasas de interés bajas está llegando a su fin”, dijo Sica.