ECONOMIA
Deuda

Advierten que se podría "resentir" el rollover de la deuda ante más restricciones

El Tesoro debería convalidar mayores subas de tasas, según analistas. Si se complica el rollover, habrá más emisión, lo que presionará sobre inflación y dólar

El Ministerio de Economía lo presentó con 4 bloques centrales: jubilaciones, tributos, tarifas y deuda. Suben las retenciones agropecuarias.
El Ministerio de Economía lo presentó con 4 bloques centrales: jubilaciones, tributos, tarifas y deuda. Suben las retenciones agropecuarias. | Perfil.com

Ante las mayores restricciones por la segunda ola de coronavirus que afronta el país, el acceso al mercado de deuda local podría “resentirse” y obligar al Tesoro a convalidar mayores subas de tasas para lograr el refinanciamiento de los vencimientos, según advirtieron algunos analistas.

En ese marco, plantean que si hubiera complicaciones en el roll over, el Tesoro debería acudir a la asistencia del Banco Central para financiar el déficit fiscal y esa mayor emisión monetaria  presionaría más sobre la inflación, y sobre los dólares paralelos.

Marzo fue el noveno mes consecutivo en el cual hubo financiamiento neto positivo en pesos.

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“Mediante las licitaciones periódicas, el gobierno obtuvo un rollover del 115% en enero y 117% en febrero, lo que equivale a una suma de $ 76.000 millones. En tanto, el rolleo de marzo fue 108%”, indicó un informe de GMA Capital.

En medio del debate por la deuda, el gobierno cosechó fondos por casi $87.000 millones

No obstante, prevé que “en un contexto de mayores restricciones, el acceso al mercado del Tesoro también podría resentirse” y evaluó que “la debilidad de los bonos en pesos de las últimas semanas podría ser una señal de alarma de que el mercado está comenzando a exigir una mayor tasa, especialmente en títulos que vencen entre 2022 y 2024”.

“No es un dato menor. El gobierno aún debe rollear $ 2 billones en lo que queda del año más unos $ 660.000 millones para cubrir el 40% del déficit fiscal estipulado en el Presupuesto. Para cumplir con esta meta, el rollover debería promediar el 129% hasta diciembre”, puntualizó el análisis.

En ese contexto, sostuvo que “el financiamiento que el Tesoro no pueda obtener mediante impuestos o deuda en el mercado indefectiblemente presionará sobre la emisión monetaria”, y destacó que “el shock de 2020 implicó en una asistencia desde el BCRA de más de $ 2 billones o 7,5% del PIB, una cifra récord”

Al respecto, enfatizó que la “maquinita ya se encendió en marzo, con $ 135.000 millones en concepto de adelantos transitorios” que el BCRA le giró al Tesor tras un bimestre de abstinencia.

De acuerdo al calendario publicado por el Ministerio de Economía, la próxima licitación de deuda del Tesoro será el jueves 15 de abril.

Ante este panorama, el analista Gustavo Ber comentó a PERFIL que “hasta el momento no se espera que el Tesoro enfrente mayores dificultades en el roll-over dado que sigue el apetito táctico por pesos en un clima de paz cambiaria, aunque sí pudiera tener que validar eventualmente mayores tasas”.

“Dependiendo del nivel de asistencia económica que pudiera tener asociada la segunda ola, crecen las preocupaciones sobre los mayores desequilibrios fiscales y monetarios, en especial dado que alejarían los objetivos planteados en el Presupuesto, y ante ello requerirían de mayor monetización del déficit”, explicó.

Luego de la leve mejora, un informe privado alerta que se reabre la brecha fiscal

Ber sostuvo que “a raíz de la nueva estrategia oficial sobre el dólar oficial, de hacerlo correr por debajo de la inflación (también desafiada en un escenario de mayor emisión monetaria), el ‘termómetro’ pasará por los dólares financieros, aún cuando buscan ser regulados a través de intervenciones, que podrán extenderse mientras el BCRA siga contando con un saldo comprador como en los últimos tiempos”

El ‘modo electoral’ pone a las definiciones de política económica, y así a los operadores,  en "wait and see” (ver y esperar) hasta después de los comicios, incluido el acuerdo con el FMI aún a riesgo de enfrentar para entonces mayores desequilibrios a partir de la crisis sanitaria”.

Sobre si el Tesoro deberá convalidar una suba de tasas en futuras colocaciones de deuda, Fernando Baer, de Quantum Finanzas, dijo que “todo indica que deberá hacerlo: inflación persitentemente alta y dólares libres que empiezan a moverse” aunque aclaró que juega “a favor, la liquidación de la cosecha” que ingresa fundamentalmente en el periodo abril-junio.

No obstante, Baer explicó que “a lo que si afecta la cuarentena es a la recaudación”, y eso “ puede generar, sumado a la mayor demanda de asistencia social, mayores necesidades de financiamiento/emisión monetaria”, y en ese caso provocar “aceleración en la tasa de inflación y presiones sobre los tipos de cambio libre”.

Por su parte, Federico Broggi, head of Research de Invertir en Bolsa, señaló que “creemos que el nivel de roll over es un indicador fundamental a seguir ya que todo aquello que no sea cubierto por deuda será cubierto con emisión monetaria que impactará en mayor presión sobre la brecha y dificultará la baja de la inflación”.

En sintonía, la consultora FMyA destacó que “parte de la emisión de pesos que hará el BCRA dependerá de la capacidad del Tesoro de financiar el déficit fiscal (4,7%PBI), los intereses (1.5%PBI) y el pago de amortizaciones”.

“Cuanto más pueda re-financiar el Tesoro, menos emitirá el BCRA.  El supuesto base de FMyA es que el Tesoro tendrá un alto “roll-over” y acudirá el BCRA por solo 3.5%PBI, en casi $1.3 billones, la mitad comparado con el 2020”.

De todos modos, advirtió que si “el Tesoro no logra un alto nivel de “roll-over” para pagar el capital e intereses, la mayor parte del financiamiento del fiisco vendrá del BCRA. Y acá es donde surge el problema”.

“La economía está en niveles récord de demanda de pesos  y no tendría mayor capacidad de absorber otra fuerte emisión monetaria”, aseguró.

El impacto de la segunda ola: menos crecimiento, más déficit y emisión

En ese marco, analizó que “la fuerte emisión de 2020 (de casi 8%PBI) no terminó en un desmadre inflacionario porque la población demandó la mayor emisión de pesos, ya sea por el CEPO cambiario (forzado) o porque venía de un nivel muy bajo por la fuerte contracción monetaria de la gestión anterior, de Sandleris”.

Pero auguró que “en 2021, otro shock monetario sería imposible de absorber y el impacto sería más inflación o más brecha cambiaria”.

A su vez, un informe de PPI planteó que esta semana “la evolución de los casos diarios de coronavirus será el dato más importante que tenemos que monitorear,  ya que será la variable que determinará nuevas restricciones o no”.

En ese sentido, auguró que “de haber mayores restricciones, que impliquen un cierre aunque sea parcial de la actividad económica, golpearía a los activos argentinos que estaba comenzando a evidenciar una recuperación, al menos algunos sectores”.

"Si analizamos la coyuntura actual, junto con los datos macro, la inflación parece no tener ancla (al menos por los próximos meses). Más allá de los ruidos de principios de marzo, es importante monitorear la composición de la deuda local (donde los instrumentos con ajuste CER comienzan a tener bastante peso) y, en función de ello, también el desarrollo de las nuevas licitaciones del Tesoro y el interés por las mismas”, remarcó.

“El dilema estará en qué parte de la curva posicionarse, si en la corta, o en la larga. Para perfiles más conservadores, la parte corta de la curva ha mostrado ser lo más defensivo ante las correcciones del mercado, pero con menores tasas incluso en algunos casos negativas en términos reales. Pero, por su parte, el tramo medio/largo de la curva, con tires reales de entre 5% y 10%, todavía tiene un camino por recorrer ante una mayor compresión de spreads”, concluyó.