Por efecto de la inflación, durante los primeros tres meses del año los argentinos bajaron su consumo de carne vacuna y bebidas. Estas dos clases de productos representan en torno a un cuarto de las ventas minoristas de la canasta total de alimentos y bebidas que compran las familias, según un relevamiento del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA).