Por unos días nada más, podría ser casi un regalo de los Reyes Magos. Pero según pudo confirmar PERFIL, ya habría acuerdo entre el Gobierno, las petroleras y las refinadoras para que haya un aumento de las naftas en los surtidores del 8% desde el sábado 7 de enero. Se trataría del resultado de una negociación que se viene dando entre la Jefatura de Gabinete y el sector privado sobre una más amplia reconfiguración del mercado petrolero en la Argentina, donde luego de varios años de vigencia de un precio diferencial interno para el crudo, la idea oficial sería converger hacia una cotización equilibrada con los precios internacionales del barril.
Tal decisión implicaría, como se lo han hecho notar gobernadores y sindicatos al presidente Mauricio Macri, agravar la ya delicada situación social en las zonas petroleras, donde hay desempleo, suspensiones y muy poca actividad, luego de que el petróleo bajara en los últimos dos años de US$ 100 el barril hasta los US$ 45 de la actualidad. En el país rige el crudo Medanito, que ronda los US$ 67, lo que se ideó durante el kirchnerismo para sostener la actividad y amortiguar el costo social. Claro que, para eso, durante este lapso hubo un subsidio cruzado de los automovilistas a los trabajadores, las empresas y las provincias.
Tanto el ministro de Energía, Juan José Aranguren, como los coordinadores económicos del Gabinete pretenden que el mercado interno vaya a una convergencia con los valores globales, y habría un sendero para llevar al menos a US$ 55 al barril interno hacia junio. Pero antes, las refinadoras presionan para un último aumento del surtidor, que en realidad estaba prometido para este año y se fue dilatando.
El Gobierno se había comprometido a aumentarles un 8%, pero primero se postergó al estirarse la pelea por las tarifas, y luego, cuando se iba a gatillar en noviembre, volvió a demorarse dado que aún la inflación no daba muestras de estar en baja como esperaban. Esto en el marco, además, de una reconfiguración del mercado que cambiará reglas, precios y hasta el convenio laboral de los petroleros de Neuquén. Todo lo que podría anunciarse en días en un acto en la Casa Rosada, como señal a los inversores del sector.
Luego de varias reuniones esta semana entre las partes, mañana habría un nuevo encuentro para terminar de definir cómo se moverán los precios en el surtidor y, sobre todo, el resto de las condiciones internas del rubro. Las refinadoras aducen que necesitan recomponer márgenes luego de un año de devaluación del 60% y ajuste de precios por sólo 30%.
Además del precio del barril, el tipo de cambio es la otra variable clave para las compañías, que este año sufren una presión extra: Cammesa, que compraba fuel oil para generar electricidad a US$ 75 el barril, cada vez compra menos y vuelve a castigar las cuentas de empresas como Shell e YPF, que ahora conseguirían algo de alivio.