El acuerdo entre bancos privados y el Banco Central que permitió sumar US$ 5 mil millones a las reservas internacionales fue aprobado ayer por la entidad que preside Federico Sturzenegger, y que permitió terminar la semana con unos US$ 30.071 millones en las arcas oficiales, casi 20% más que el cierre del jueves.
La operación de pases pasivos (Repo, por sus siglas en inglés) entre siete entidades privadas –HSBC,UBS, Santander, BBVA, Deutsche Bank, JP Morgan y Citigroup– y la autoridad monetaria, tendrá un plazo aproximado de un año y consiste en la venta de bonos, Bonar 2022, Bonar 2025 y Bonar 2027, que estaban en manos del Central, a los bancos que podrán recuperarlos en un año con un interés a su favor (6,7% que surge de una tasa Libor a tres meses más 6,15%).
La operación se cerró el jueves después de que el pasado viernes tuviera lugar un intento fallido para formalizar el acuerdo, debido a que Sturzenneger estaba en Davos y los documentos no habían sido revisados por la totalidad del directorio. El Gobierno evita así realizar una emisión de deuda que podría quedar sujeta a embargos en el marco de los reclamos de los fondos buitre.
Bancos privados señalaron a PERFIL que “el atractivo de participar ahora en esta operación está relacionado con la posibilidad de posteriormente colocar estos bonos a otras firmas del mercado local”. Ahí, un eventual acuerdo con los holdouts les permitirtía tener una buena ganancia si saben esperar porque los rendimientos y valores cambiarían. Además, estimó que “es muy probable que otros bancos se sumen en el corto plazo a la lista de los siete que ya firmaron”. Por el momento, sólo esperan novedades en la semana próxima desde Nueva York sobre la causa del país contra los holdouts.