La inflación sigue primera en la lista de preocupaciones del sector vitivinícola de cara al 2012. Además de este, que fue el factor que más perjudicó a la industria del vino este año (especialmente al sector exportador) y se estima seguirá siéndolo en 2012, desfilan otros escenarios, como el de la creciente competitividad en el mercado interno, la sequía de crédito, la mayor presión tributaria y la escasez de mano de obra calificada para viña y bodega.