ECONOMIA
ibarometro ganaria una licitacion en economia

Capurro, cerca de medir su gestión

Doble rol. La socióloga también es funcionaria de YPF.
| Cedoc Perfil
La consultora Ibarómetro está muy cerca de quedarse con una licitación para medir la gestión del Palacio de Hacienda. La consultora de la socióloga Doris Capurro, cercana a Cristina Kirchner, podría relevar para Axel Kicillof la “percepción social” de la situación macroeconómica y la “imagen institucional” de su ministerio. Todo en momentos donde la imagen del funcionario se politiza más al calor de pedidos en el kirchnerismo de que integre alguna fórmula este año.
    Desde Ibarómetro aseguran que aún no fueron notificados de que les adjudicaron la licitación. Sin embargo, una de sus competidoras, la directora de Management & Fit, Mariel Fornoni, recordó que el ministerio descartó su oferta ($ 525 mil) por un problema de forma: “Nosotros presentamos un pagaré en vez de un seguro de caución”. Por su parte, el director de Multimedios y Marketing, Roberto Bacman, aclaró que su propuesta ($ 910.800) fue rechazada por ser la más cara de las tres. Así, sólo queda en carrera la de Ibarómetro.
    De ganar la licitación privada 14/2014 por la cual ofreció cobrar $ 617.100, Ibarómetro deberá relevar durante seis meses “las percepciones de la situación macroeconómica en general, de la política comercial externa e interna, de las principales novedades de coyuntura económica e imagen institucional de las políticas públicas llevadas a cabo por la Secretaría de Comercio del Ministerio de Economía”.
Capurro es además la vicepresidenta de Comunicación y Relaciones Institucionales de YPF, donde también el ministro es director titular Clase A de la sociedad anónima con mayoría accionaria estatal.
    Para Pablo Secchi, director de Poder Ciudadano, una fundación que monitorea la transparencia de las instituciones públicas, podría producirse un “conflicto de intereses” si finalmente se aprueba la contratación. Sin embargo, se resignó al considerar que la Justicia no lo investigará: “Este tipo de cosas son normales en un país como Argentina”.