De la mano de la desaceleración de la recaudación, el superávit fiscal, “la caja”
que tanto obsesiona al ex presidente Néstor Kirchner, siguió deteriorándose en mayo: el resultado
fiscal primario –o lo que es lo mismo, la diferencia entre los ingresos y los gastos, sin
considerar el pago de intereses de la deuda– fue de
sólo $ 914 millones. Y, en lo que va del año, sumó $ 6.259 millones, informó ayer
el Ministerio de Economía.
Sin embargo, estos datos totales pueden resultar engañosos. Entre los ingresos fiscales,
figuran unos $1.000 millones que corresponden a los aportes jubilatorios mensuales de los ex
afiliados a las AFJP.
“El crecimiento interanual en los ingresos es explicado mayormente por las
contribuciones de la seguridad social”, reconoció Economía, aunque sin precisar cuánto es
atribuible a la reforma jubilatoria y cuánto a la creación de empleo formal. La cartera de Carlos
Fernández destacó, además, que “más del 40% del incremento del gasto en mayo se explica por
los
mayores desembolsos de gastos de capital, tanto en inversión real directa
(+137,5%) como en transferencias de capital (+165,4%)”, es decir,
obra pública.