La apuesta por el consumo interno para crecer en un año de elecciones recibirá el empujón de los programas del Estado, aunque el factor determinante serán las paritarias. En ese marco, el Gobierno prepara también el anuncio de planes de crédito dirigidos a sectores específicos como electrodomésticos y construcción –de la mano del sueño de la casa propia– y para aliviar a las economías regionales.
Más allá de la clásica inversión pública en obras de infraestructura durante un año electoral, en la antesala de la apertura de la Asamblea Legislativa los funcionarios del Ministerio de Economía ultimaban los anuncios que Cristina Fernández dará en su discurso.
Entre los próximos pasos del Gobierno se descuenta el aumento de la asignación universal por hijo entre otras coberturas sociales para recomponer ingresos. “El factor fundamental serán los salarios. Las paritarias deben estar por encima de la inflación, al menos con un aumento del 5% del salario real para que el consumo interno permita crecer. Todo lo demás es extra”, señaló sobre los planes de estímulo el economista Miguel Bein, uno de los pocos privados –en campaña con Daniel Scioli– que estima que 2015 terminará con un crecimiento de 1,5%, en línea con las estimaciones de La Gran Makro, mientras que otros economistas como Orlando Ferreres estiman una caída de la economía para todo 2015 de entre 0,6% y 1,9%, “dependiendo de lo que pase con los fondos buitre y el campo”.
En ese contexto, el tipo de cambio, ancla para la inflación, debería crecer la mitad que los salarios. Con un arrastre negativo del 1% de 2014, para que la economía crezca un punto y medio en 2015 el consumo debe subir entre 4 y 5%.
En los primeros ensayos, como la paritaria docente que cerró el viernes a nivel nacional con una suba del 27%, la cifra supera la estimación de inflación oficial con creces. En 2015, la suba de precios será –para el Gobierno– del 15,6%, en línea con lo que se fijó en el Presupuesto, según las últimas declaraciones del secretario de Comercio, Augusto Costa.
La estimación de Bein sobre inflación, en tanto, es del 25%, aunque augura subas salariales del 32% este año, lo que daría el margen para que los sueldos recuperen lo que perdieron el año pasado.
Además del renovado acuerdo para financiar en 12 cuotas sin interés las compras con tarjeta de crédito, Ahora 12, en los próximos días se presentará un programa para la compra de electrodomésticos, a la vez que se preparan más anuncios de “créditos dirigidos” para otros sectores.
Uno de éstos es el de la construcción, que cerró el año pasado con una caída del 0,4%, y si bien tendrá el impulso de la obra pública, el Gobierno apunta a contribuir al mercado inmobiliario. Desde hace meses se trabaja en Economía en el anuncio de un crédito hipotecario, que podría tomar la forma de una ampliación del ProCreAr para desarrolladores privados.
“El crédito hipotecario es un anhelo de larga data”, aseguró el economista de La Gran Makro Agustín D’Attellis, para quien también la apuesta reside en el aumento de salarios y que estima una inflación del 22% para este año.
En cambio, el programa para promover las ventas de autos, el ProCreAuto, quedó relegado. “Se cayó por la discusión sobre los precios. Además, es un sector que demanda muchos insumos importados, lo que agravaría la restricción externa”, explicó D’Attellis sobre la falta de dólares para la economía. El viernes, el Gobierno accedió a aumentar el acceso a US$ 154 millones con la condición de que no aumenten precios ni reduzcan empleos. Según el sector “sigue siendo insuficiente para las necesidades mensuales de importación y para achicar la deuda acumulada”.
En tanto, el Gobierno seguirá presentando programas de alivio para las economías regionales. De la mano del desembarco de La Cámpora en el Banco de Inversión y Comercio Exterior, al que esta semana se sumó Cynthia de Paz, novia del viceministro Emmanuel Alvarez Agis, prometen nuevas líneas para compensar la pérdida de competitividad de los productos regionales.
Soja y salarios. Con el impulso de los aumentos salariales y los ingresos de la soja, el segundo trimestre de 2015 será el de mayor crecimiento, según estimó Bein. “Son las dos “S” fundamentales: soja y salarios. A partir de ahí se generan los dólares necesarios y los ingresos para el consumo”.
A partir del tercero, entrará a jugar el resultado de las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) y en octubre, la elección presidencial.
Con el número puesto, el cuarto trimestre se encamina a ser el peor del año. “Puede ser un trimestre sin crecimiento, marcado por la aceleración de la inflación por las perspectivas de cambio de gobierno y la expectativa de un movimiento rápido del tipo de cambio”, explicó Bein. Según quién gane, la posibilidad de una devaluación, su cercanía e intensidad, puede disparar una “fijación preventiva de precios” que puede afectar a la actividad y también al salario real. “Noviembre y diciembre pueden ser meses sin crecimiento”, agregó Bein.