Tres barcos argentinos con 150.000 toneladas de soja fueron demorados en puertos de
China, en una medida que podría ser considerada una represalia del gigante asiático a
la limitación de importaciones establecida por el Gobierno argentino para proteger industrias
locales.
El cargamento demorado pudo continuar su camino después de ser
revisado minuciosamente y de que se le realizaran
análisis fitosanitarios adicionales, para descartar la presencia de alguna maleza
tóxica. Los tres barcos transportaban oleaginosas vendidas
por Cargill, Louis Dreyfuss y la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA),
según informa hoy el diario
La Nación.
El episodio despertó la preocupación de productores y operadores, ya que China es el
principal comprador de soja argentina. El gigante asiático abastece el 30% de su consumo de soja
con lo que compra a la Argentina, el otro 30% lo compra a Brasil y el porcentaje restante, a
Estados Unidos.
El último 17 de agosto, el Gobierno argentino decidió restringir la importación de algunos
productos chinos -calzado, juguetes, textiles y electrónicos, principalmente- y el gobierno del
país asiático decidió tomar medidas. "
La parte china se reserva su derecho de tomar las medidas necesarias", había
manifestado el Ministerio de Comercio chino el viernes en un comunicado.
No obstante, el agregado agrícola argentino en Pekín, Mariano Ripari, consideró que
los embarques demorados llegaron a puertos de China antes de la decisión argentina de
limitar importaciones y que la decisión no estuvo relacionada con las restricciones
impuestas.