El secretario de Comercio, Augusto Costa, se reunió con empresarios del sector de la carne y les recordó que “el Gobierno no dudará en intervenir en el mercado para restablecer la racionalidad en materia de precios” en caso de que no se retrotraigan a los valores previos al 21 de enero, cuando se verificó un aumento mayorista de hasta 25% y minorista de 15 a 20%.
“Si no lo hacen las partes actoras (que incluyen a carnicerías, frigoríficos, exportadores y productores), el Gobierno dijo que va a optar y a tomar medidas, porque no puede convalidar los precios actuales”, explicó a la agencia Dyn el vicepresidente de la Asociación Argentina de Carnicerías de la Capital Federal, Alberto Williams.
A su vez, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, se reunió con las autoridades del Mercado Central, encabezadas por su presidente, Luis Martínez, y su flamante vicepresidente, Alberto Samid, quienes adelantaron que se abrirán ferias movibles en el interior del país empezando por las ciudades de Paraná, Rosario, Tucumán y Resistencia.
Samid, además, le declaró la guerra a las alzas de los precios de las verduras y de la carne que suben “los supermercados extranjeros”.
Varias fuentes empresariales consultadas coincidieron en que el Gobierno dejó en claro que busca que los precios de la carne se retrotraigan a los vigentes en las góndolas a fines de la segunda semana de enero.
También aseguraron que podría haber una nueva convocatoria, mientras que Comercio Interior iba a realizar un monitoreo de los precios y que en caso de no producirse reajustes “se gestarían medidas –si bien Costa no adelantó cuáles serían– para forzar dicha recomposición”.
Una fuente empresarial se refirió a “la preocupación oficial por la suba que experimentó el precio de la hacienda, que Comercio estimó que no se condice con la realidad”.
Autos. Por su parte, Capitanich y el ministro de Economía, Axel Kicillof, se reunieron con representantes de la cadena automotriz y otros sectores para solicitarles que busquen su propia financiación para realizar las importaciones, ya sea a través de sus casas matrices o con crédito externo. El mensaje del Gobierno fue sintetizado por algunos de los participantes de la siguiente manera: “Ya tienen el dólar a ocho pesos y les juramos que se mantendrá así”.
Algunos de los empresarios reconocieron que la devaluación les ofrece alguna ayuda mientras no suban mucho los costos.
