La desaceleración de la economía impacta de manera desigual en el mundo del consumo. Mientras los pequeños comercios de barrio sufren una sostenida caída que se traduce en un aumento de los locales cerrados en las principales arterias comerciales de todo el país, las grandes cadenas se las arreglan para vender más que hace un año.
Las ventas en comercios minoristas se redujeron en julio, acumulando una baja promedio de 2,5% en los primeros siete meses de 2012 frente a igual período del año pasado. Según la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las cantidades vendidas por los comercios minoristas cayeron un 6,3% el último mes respecto de julio de 2011.
En la calle Santa Fe, entre 9 de Julio y Scalabrini Ortiz, se pueden contar cerca de 15 locales con persianas bajas, en alquiler o con carteles que anuncian una “liquidación total por cierre”. La mayoría de los comerciantes de la zona asegura que está vendiendo menos. “Hay baches en los que no entra nadie”, cuentan Laura y Nadia, de la zapatería Oggi. Sin embargo, la CAME plantea que “hay que tener en cuenta que julio de 2011 fue excelente en materia de ventas y eso hace que, estadísticamente, parezca más agresiva la caída del mismo mes en 2012”.