La imagen de Eva Perón en los billetes de cien pesos encontró el primer escollo para circular en el mercado financiero. Mientras el festejo del oficialismo no cesaba por remplazar la imagen del General Julio Argentino Roca de la divisa, la nueva moneda encuentra un obstáculo insalvable para ganarse la calle: su diseño impide su circulación en cajeros automáticos.
Según publica La Nación, la serie de 20 millones que confeccionó la Casa de Moneda, a cargo de Katya Daura, tiene una pequeña falla que impide que sean leídos por las terminales automáticas de los bancos.
Un informe de la línea técnica del Banco Central (BCRA) le habría revelado hace algunos días el problema al directorio de la entidad. Pero en ese momento la idea original era simplemente hacer billetes de circulación conmemorativa; no estaba la orden de reemplazar a todas las unidades, como lo pidió la presidenta Cristina Fernández de Kirchner durante su lanzamiento.
Consultado el BCRA, confirmó que "esta tanda de 20 millones de billetes será distribuida por los tesoros de los bancos [o cajas] en todo el país, hasta fin de año", explica La Nación.
El capricho presidencial habría tomado por sorpresa no sólo al Banco Central sino también al propio Ministerio de Economía, con lo cual deberán modificar las especificaciones del papel para que puedan ser reconocidos en terminales electrónicas.
En varios bancos consultados por ese medio, aseveraron no estar todavía al tanto del problema, mientras en una de las empresas responsables de la administración de las dos redes de cajeros automáticos del país admitieron que todavía "no habían hecho ninguna prueba". Al no circular por cajeros, los billetes sólo podrán volcarse al mercado vía las cajas de los bancos.
"Es algo que se va a tener que solucionar para las próximas emisiones que se hagan de este billete de Evita", confió una fuente del Gobierno. "Es una desprolijidad, pero es solucionable", reconoció.