Justo antes del arranque del congelamiento de precios con control militante por parte de la Nación, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, lanzó ayer al mediodía el Indice de Precios de la Ciudad de Buenos Aires. Se trata de una medición de inflación con la que buscará sacar rédito político dejando en evidencia los cuestionados datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), y desligarse de esas mediciones para la elaboración del presupuesto y otras cuestiones de índole administrativa.
El Indec “simboliza lo trucho como cultura y como forma de gobernar”, disparó el mandatario que invitó a sus pares provinciales a imitarlo con otros índices similares. Se trata de un nuevo intento del líder del PRO de marcar agenda en temas donde el Gobierno es cuestionado, como ocurrió con el decreto con el que llamó a proteger la libertad de prensa.
El Ipcba monitoreará 12 rubros, con un total de 628 productos, sobre los que relevará casi 60 mil precios. El ministro de Hacienda, Néstor Grindetti, explicó que hace tres años que venían trabajando en el indicador, con el aporte del economista Rogelio Frigerio, que milita en la fuerza de centroderecha. Los valores del indicador se relevarán “en campo”, tomando precios de 568 bienes y servicios; en “gabinete”, para los sectores regulados; y en supermercados, donde se tomarán dos precios y se promediará.
Para diferenciarse del Indec, harán pública la metodología y también los precios recogidos.
En los próximos días, prometen los funcionarios, darán a conocer la variación de abril y mostrarán toda la serie 2013. En la elaboración del índice participaron técnicos internacionales y también de ex referentes del Indec, desplazados por la intervención de Guillermo Moreno. Desde el macrismo aseguraron que ya el próximo presupuesto se hará tomando en cuenta la “inflación PRO”, lo que permitirá anticipar el nivel de gastos con mayor precisión. No confirmaron si medirán con estos precios también niveles de pobreza e indigencia porteños, que podrían pegar un salto.