Mientras el consumo le reza al Día del Padre y al Mundial de Fútbol en Brasil, los salarios se convierten una variable cada vez más clave para el futuro del modelo: mientras se confirma la primera caída del poder compra frente a la inflación desde 2002, desde este mes entrarán en una etapa definitoria negociaciones en gremios clave, como camioneros o alimentación, que con reclamos por encima del 40 y el 50%, volverán a presionar sobre los precios e incluso podrían generar riesgo de desabastecimiento en supermercados.
El sindicato que dirige Rodolfo Daer, Alimentación, comenzó ayer con paros por turnos de 4 horas y seguirá el lunes, después de rechazar una oferta empresaria de aumento del 32% mientras que los reclamos de los trabajadores oscilan entre el 40 y 45%.
La inflación, en tanto, se desaceleró según el ministro de Economía, Axel Kicillof, a 1,4% en mayo, en contraste con las mediciones privadas que fueron criticadas por el funcionario (ver aparte). Los economistas advierten, en tanto, que en junio volverían a recalentarse las subas por el efecto del traslado a costos de las paritarias. En los últimos doce meses, además, la inflación acumulada roza el 40%, al comparar con los meses congelados por el Gobierno en 2013.
En el caso de Camioneros, el gremio que tiene como referente a Hugo Moyano, también reclama una suba del 40%. El jueves, la Federación de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), ofreció un 26%. “Obviamente lo rechazaron”, explicó el presidente de la entidad, Daniel Indart. Las negociaciones seguirán esta semana pero Moyano ya advirtió que podría llevar adelante paros sorpresivos. “Si el miércoles que viene no tenemos una propuesta seria, vamos a empezar con las medidas y el paro nacional podría ser la otra semana”, avisó el secretario adjunto del sindicato de Camioneros, Pablo Moyano. La Cámara de Empresarios Logísticos (Cedol) advirtió también que, con una caída de la actividad del 25%, no podrán absorber la suba. Y Moyano retrucó que podría convocar a un paro nacional de 48 horas y a huelgas sorpresivos en alguna de las 18 ramas de la actividad.
Los empresarios juegan la carta del empleo. “Con la caída de la actividad nos estamos centrando en mantener los puestos laborales, no tenemos mucho margen para un aumento”, explicó Indart. El informe de la CTA no oficialista, en tanto, muestra que entre 2004 y 2012, el nivel de utilidades de las empresas superó ampliamente al de los salarios.
“Si bien a nivel gubernamental se preveía un aumento salarial en torno al 20%, la mayoría de las actividades hasta el momento logró posicionarse por arriba, a pesar de que estos montos no se acercan al índice inflacionario previsto”, sostiene un análisis del Observatorio del Derecho Social de la Central de Trabajadores.
Según Guillermo Heredia, de RB Value, en el primer trimestre el aumento promedio de las remuneraciones fue del 12,5%. En el año, la suba ronda el 27,5%, una cifra que está por debajo de la estimación de inflación más auspiciosa, del 30%. Por su parte, el abogado especialista Marcelo Aquino se preguntó “hasta dónde hoy los aumentos salariales no fueron más una política fiscal que de recomposición de ingresos”. Esto abre el debate de otro de los grandes temas que plantean los gremios: el impuesto a las Ganancias y la falta de actualización de una escala que hoy exceptúa a los ingresos inferiores a $ 15 mil brutos.
“Con los aumentos pactados, los salarios evidenciaron una parcial recomposición del poder de compra, liderada por el sector formal de la economía, aunque (devaluación mediante) en comparación con un año atrás se sigue observando un fuerte deterioro en términos reales y, en especial, medido en dólares”, evalúa el último informe del Banco Ciudad sobre consumo y salarios. En particular, las remuneraciones crecieron en promedio en el cuarto mes del año un 5% mensual, ubicándose por primera vez en siete meses ligeramente por encima de las mediciones privadas de inflación. De todos modos, si se compara con el mismo mes de 2013, los salarios crecieron nominalmente un 33%, contra un alza de precios cercana al 39%, lo cual arroja por resultado una caída en términos reales del 4%, la mayor desde la devaluación del año 2002.
Siguen creciendo los subsidios
Los subsidios destinados a sectores económicos alcanzaron en el primer cuatrimestre a casi $ 49.495,7 millones de pesos, un 83% más que en el mismo período del año anterior, pese a los recortes de subsidios en agua y gas y la suba de tarifas de colectivos metropolitanos. En los primeros cuatro meses se duplicaron las transferencias al sector energético: llegaron a $ 32.137,1 millones. La necesidad de importar combustible y energía eléctrica hizo que las transferencias a Cammesa, la Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico, crecieron 124% a $ 21.418 millones, según un análisis de la Asociación de Administración Financiera y Pública (ASAP). Enarsa recibió un 77% más y llegó a $ 8 mil millones para “solventar la diferencia entre el precio de importación de combustible y su precio de venta en el mercado interno”. En transporte, en tanto, los subsidios crecieron 96% para compensar la tarifa de colectivos y micros de larga distancia.