El Gobierno se encamina a ajustar significativamente el tipo de cambio, pero no lo hará hasta después de las elecciones por el costo político que implicaría. Así lo sostienen varios economistas consultados por PERFIL, quienes, en cambio, creen que a corto plazo el Gobierno tendría margen para reducir la brecha entre el dólar oficial y el blue, aunque más no sea con “meros parches momentáneos”.
“Hay un cuadro de atraso cambiario y eso va a llevar indefectiblemente a un ajuste. Me da la impresión de que el Gobierno lo hará luego de las elecciones”, señaló Lorenzo Sigaut, director de Ecolatina. Por su lado, Fausto Spotorno, del estudio Orlando Ferreres y Asociados, opinó: “Hoy existen dos problemas serios, por un lado, la moneda local apreciada y por otro lado, la sobrerregulación del mercado. En algún momento va a tener que haber una devaluación seria. Cuanto antes, menos dolorosa será”.
Otros economistas consideran que una devaluación sólo solucionaría a corto plazo el problema de la pérdida de competitividad y que el principal problema es la apreciación constante del peso argentino con una inflación en torno al 25% anual, que lleva a no poder fijar cuál sería la devaluación necesaria. “La inflación le seguirá quitando poder de compra al peso argentino y ésta es la verdadera razón de pérdida de competitividad. No hay un valor óptimo para el tipo de cambio en tanto los desequilibrios continúen”, aseguró Milagros Gismondi, economista de Empiria Consultores, quien también aseguró que es poco probable que el Gobierno decida una devaluación fuerte antes de las elecciones.
Los pronósticos en lo inmediato giran en torno a una mayor intervención del Gobierno. “En el corto plazo yo creo que el Gobierno va a tener que vender dólares en el mercado informal, resignar un poco más de reservas y aguantar hasta las elecciones para sí hacer un cambio más de fondo”, opinó Sigaut.
La mayoría ve que el oficialismo podría resistir un tiempo más, ya que en abril entraría una abultada suma de dólares de la cosecha de soja que le dará un respiro para poder intervenir en el mercado cambiario y frenar la tendencia alcista del dólar blue. “Yo vengo de recorrer de Rosario a Córdoba, hablé con todos los productores, recién ahora la soja se pondría marroncita para vender. Creo que el Gobierno va a aguantar un poco más, falta poco para que lleguen los dólares de esa cosecha”, señaló Salvador Di Stefano, de Negocios e Inversiones, quien piensa que el tipo de cambio debe acompañar la evolución de los precios y hoy debería estar más cerca de $ 6 que de $ 5.
Los economistas opinan que el Gobierno evalúa seriamente un desdoblamiento, aunque piensan que lo podría hacer después de las elecciones. Para Spotorno, si se produce el desdoblamiento “el exportador tendría un aire y sería un mercado más transparente que éste pero sigue siendo un parche” y que será difícil de administrar.