ECONOMIA
mas efectivo, menos financiacion

Consumo de crisis: ya se venden menos lácteos, frutas y verduras por la recesión

Por la caída del poder adquisitivo, los más pobres ajustan sus compras y empiezan a cambiar la dieta. La demanda interna se encamina a un descenso del 2% en el año.

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El consumo no termina de levantar cabeza y puede cerrar el año con una caída del 2%. Más allá de algunas compras “por impulso”, como la de televisores asociada al Mundial, las ventas cierran a la baja.
En el primer trimestre, la caída fue del 3,3%. En mayo el consumo estuvo estancado y junio no dio mayores señales más allá de impulsos estacionales vinculados al Día del Padre o las compras mundialistas. “Esto no quiere decir que se haya revertido la tendencia sino que hay mayor volatilidad”, explicó Juan Manuel Primbas, country manager de Kantar Worldpanel.
Si bien el cuadro no es comparable con la crisis posterior a 2001, donde había compras hormiga por día de lo “estrictamente necesario” y hasta clubes de trueque, hoy las compras son más chicas.
“El segmento más afectado es la base de la pirámide, con compras menores y de menos categoría, pero en general se sigue privilegiando la marca”, agregó Primbas.
En el primer trimestre, los lácteos cayeron 7% y los alimentos, 2%. En general, los productos que más cayeron fueron las hamburguesas, panes de molde, desodorantes, lavandinas, detergentes y sopas deshidratadas, leches en polvo y postres, entre otros. Las categorías prescindibles, en tanto, bajaron 14%. En el estrato de menores ingresos, la caída del consumo llega al 6%. “Cuando el consumo de alimentos desciende, está claro que son los sectores más vulnerables de la población los que están sufriendo los mayores costos de la crisis económica”, señala un análisis del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana a cargo de Isaac Rudnik.
La preocupación por el consumo la admitió el viceministro de Economía Emmanuel Alvarez Agis, cuando dio cuenta, además, de que se pasó del consumo financiado a uno “al contado”, por el encarecimiento del crédito.
Al mayor uso del efectivo se suman las compras en los comercios cercanos en lugar de las grandes compras mensuales o la búsqueda de descuentos para definirlas. Los principales canales –híper, súper, autoservicio y almacén– pierden volumen, y el discount es el único canal que crece: en el último trimestre, suma 135 mil hogares a su clientela y aumenta su compra por acto 4%, según KWP.
“Los lácteos también se reemplazan por las harinas, y empeora la nutrición”, explica Primbas. También las verduras y frutas que se encarecen y la carne después de los aumentos fueron reemplazadas en parte por más harinas, fideos y arroces.
Según la Unión de Industriales Fideeros, el consumo de pastas aumentó 5% en el último año, en línea con la producción. En 2013 se estima que se consumieron 8,32 kg per cápita, entre pastas secas y frescas. No obstante, desde la entidad no lo asocian a un contexto de crisis sino a un “esfuerzo” desde las distintas fábricas “para jerarquizar el producto”.