Es sabido que en momentos de crisis surgen también nuevas oportunidades de negocios. Es bueno poner atención en ciertos aspectos importantes a la hora de encarar nuevos proyectos.
· Analizar muy fríamente las fortalezas y debilidades del proyecto que vamos a encarar, tomando las variables de acuerdo con el momento de crisis.
· Hacer un cálculo financiero ajustado a la realidad. En épocas de crisis la disponibilidad de dinero es más complicada y, en
general, las oportunidades que se presentan son para quienes tienen buen nivel de liquidez financiera.
-Estudiar las posibilidades de crédito o financiación del proyecto, evaluando el momento por el que está atravesando la
economía del país. Cómo actúan los bancos, las tarjetas de crédito y todo instrumento que, de una forma u otra, pueda influir en el desarrollo comercial del proyecto.
· Analizar los recursos humanos necesarios. Si bien en épocas de crisis la oferta de mano de obra es mayor, debemos evaluar la posibilidad de conseguir la que nuestro proyecto necesita. Siempre es más oneroso el tema sueldos y cargas sociales que el equipamiento.
Esto depende mucho del tipo de emprendimiento que se quiera encarar, pero me parece un tema fundamental al hacer el análisis de factibilidad del negocio.
· Estudiar el mercado. En épocas de crisis suelen aparecer nuevos nichos, nuevas necesidades insatisfechas, nuevas
oportunidades. Ver si se puede “atacar” alguno de esos nichos, aunque sea temporariamente, hasta que la situación cambie y podamos dedicarnos completamente a la idea original o “madre” del proyecto.
· Analizar tiempos. Toda crisis pasa, así como también las épocas buenas. Debemos ver a futuro y evaluar si cuando estaremos ya en acción con nuestro proyecto la situación será la misma, o tal vez peor que la actual y en qué puede influir esto en nuestros planes.
· Evaluar en el peor de los casos (ventas muy bajas o nulas) cuanto tiempo podremos sostener el proyecto. Todo requiere un tiempo de implementación, de exposición al mercado y de aceptación por parte del mismo. En épocas de crisis los mercados resultan más reticentes a los cambios e innovaciones.
-Analizar beneficios marginales que se pudieran generar. Sobre todo en los comienzos de un proyecto, hasta que se logre un
posicionamiento y una rentabilidad que asegure la continuidad.
· Tener en cuenta que cualquier emprendimiento, sea en épocas de crisis o no, es complicado. Debemos ponerle mucha garra, tratar de controlar la ansiedad y no desanimarnos ante el primer obstáculo sino sentirnos fortalecidos por los superados.
· Finalmente, como en todo nuevo negocio, ya sea en épocas de crisis o no, debemos evaluar la posibilidad de “salir” en un
determinado momento del proyecto si este no cumple, por algún motivo, con las expectativas que teníamos. Evaluar si será factible y a qué costo.
(*) presidente de Trivia, www.ips.com.ar