El Frente para la Victoria logró imponer su mayoría en la Cámara de Diputados y dio media sanción a la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central (BCRA), pedida por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner durante la apertura de sesiones ordinarias del Congreso. Luego de casi 10 horas de debate, el oficialismo consiguió 142 votos a favor de la propuesta, mientras que por el rechazo votaron 84 legisladores con 10 abstenciones.
La amplia mayoría que detenta el peronismo en el recinto de Diputados le permitió aprobar con cierta facilidad una reforma que, a decir de la oposición, tendría como objetivo facilitar el pago de deuda pública y provocar inflación, mientras que para el oficialismo es para sostener el modelo.
El primer vocero del dictamen favorable al proyecto del Gobierno fue Carlos Heller (Nuevo Encuentro), aliado al oficialismo. Como presidente de la comisión de Finanzas, Heller destacó que el texto elimina "los resabios de la convertibilidad" y amplía el mandato del BCRA para involucrarlo en el proceso económico y el desarrollo productivo.
El diputado resaltó que la reforma dotará al Central "de las herramientas para avanzar al servicio de la producción y del empleo". También afirmó que permitirá "recuperar la tradición y el rol histórico de garantizar la estabilidad económica, el crecimiento económico y el desarrollo de la economía", trascendiendo así, dijo, "la defensa excluyente del valor de la moneda como objetivo principal".
Totalmente opuesta fue la opinión del el ex presidente del BCRA y actual diputado de la Coalición Cívica, Alfonso Prat Gay, quien estimó que "el único objetivo (del proyecto) es facilitarle la vida a los bonistas del exterior al que se le garantizan todas las reservas para pagarles".
A su vez, el legislador llamó la atención sobre la modificación del artículo 20 de la Carta Orgánica (CO) de la entidad, que permite ampliar "excepcionalmente" por 18 meses del 10 al 20 por ciento el límite para los adelantos al Tesoro.
Para Prat Gay, el proyecto original que el PEN envió al Congreso en los primeros días de marzo encubre "la intención de hacer funcionar la tristemente célebre maquinita de emitir".
Por su parte, el radical Oscar Aguad coincidió con esa postura cuando alertó en el recinto que "el Gobierno lo que quiere con la reforma es financiar su déficit con inflación".