El dólar blue y las divisas financieras alternativas –contado con liquidación (CCL) y MEP– aflojaron esta semana la tensión por la combinación de mejores expectativas del mercado de que se llegue a un acuerdo entre el Gobierno y los acreedores por la deuda y el efecto de la artillería de medidas regulatorias que adoptó recientemente el Banco Central (BCRA). Los tres dólares cerraron con bajas significativas en relación con la semana anterior, cuando habían alcanzado valores récord.
El blue finalizó ayer en $ 126, lo que implica un descenso semanal de $ 12, en tanto el CCL culminó en $ 113,92, es decir una merma de $ 7,40 en la semana, y el MEP registró una disminución de $ 8,40 al quedar en $ 109,53.
En el mercado oficial, el dólar minorista para la venta se ubicó en $ 70,58, un alza semanal de 53 centavos, y en el segmento mayorista culminó en $ 68,18, con un ascenso de 45 centavos. El BCRA volvió a vender divisas “ante la falta de oferta genuina”, remarcó Gustavo Quintana, de PR Cambios. Según cálculos del mercado, en la semana vendió unos US$ 310 millones, lo que afecta las reservas, que exhiben el nivel más bajo de los últimos tres años.
Pese a que el país entró ayer formalmente en default, los analistas plantean que la prórroga de la fecha para ingresar al canje fue leída en el mercado como una señal de que hay chances de lograr un acuerdo por la deuda, por eso subieron bonos y acciones y se mantuvo tranquilo el dólar. No obstante, prevén que el billete verde podrá mostrar volatilidad en los próximos días al ritmo de la marcha de las negociaciones entre el Gobierno y los bonistas.
Diego Martínez Burzaco, economista de Inversor Global, planteó que “se descomprimió la tensión cambiaria de corto plazo porque hay más probabilidad de acuerdo por la deuda”. El analista consideró que “a pesar del default, el hecho de que la fecha de extensión del canje sea corta aumenta la expectativa de cerrar un acuerdo rápido, por eso el mercado reaccionó así, aunque lógicamente será clave la semana que viene”. En ese sentido, dijo que “en la medida en que en cada día nuevo no haya novedades que acerquen las posiciones hacia un acuerdo, tendrá repercusión en todas las variables financieras, con presión cambiaria nuevamente”.
Jorge Viñas, de Adcap Securities, señaló que “prevalece la expectativa de que la extensión del plazo permitirá seguir acercando posiciones y alcanzar eventualmente un acuerdo, esto resta algo de presión a la tendencia dolarizadora, además de que las restricciones adicionales a la demanda” que implementó el Banco Central “en este mercado pueden estar jugando su parte”.
Por su parte, el analista Gustavo Ber coincidió en que “continúan desinflándose las brechas de los dólares financieros porque crece la expectativa de que pueda cerrarse la diferencia actual con los acreedores”. No obstante, dijo que los operadores “siguen atentos a la dinámica de los agregados monetarios, ya que el continuo drenaje de reservas no resulta sustentable”.