Washington - El francés Dominique Strauss-Kahn asume hoy la dirección del Fondo Monetario Internacional (FMI) con dos misiones: modernizar la institución sexagenaria y sanear sus finanzas.
La asamblea general del FMI, que tuvo lugar del 20 al 22 de octubre en Washington, recordó indirectamente esas dos prioridades al ex ministro socialista de Finanzas, que reemplaza en el cargo al conservador español Rodrigo Rato.
"En abril debe haberse llegado a una conclusión" de la revisión del sistema de las cuotas, afirmó Tommaso Padoa-Schioppa, presidente de la instancia directiva del fondo, el Comité Monetario y Financiero Internacional.
La repartición de las cuotas, que regula el equilibrio de fuerzas entre los 185 miembros del FMI, es objeto de duras discusiones, toda vez que los países industrializados rehúsan ceder poder ante los países emergentes.
El otro punto fuerte del comunicado final habla del saneamiento de las finanzas del fondo, que deberá hacerse también antes de abril, y debe "no solamente incluir el aumento de recaudaciones sino la reducción de los gastos".
Hace algunos días, los ministros de Finanzas de los siete países más industrializados (G7) indicaron en efecto que mientras la reforma se estanca, el reloj avanza. " El FMI debe comenzar seriamente a revisar sus actividades y consolidar sus gastos", afirmaron en un comunicado al finalizar su reunión en Washington.
Más explícito aún, el secretario estadounidense del Tesoro, Henry Paulson, juzgó que la "situación financiera del FMI se ha vuelto insostenible". "Un plan para reformar rápidamente el personal y los gastos del fondo debe ser una de las primeras prioridades del nuevo director general", estimó.
El FMI ha perdido cerca de 110 millones de dólares en el curso del ejercicio fiscal que cierra en abril, y debería perder el doble en 2008, indicó a fines de octubre la agencia Standard and Poor's. Los gastos de funcionamiento del FMI, que cuenta con 2.691 empleados, se acercan a los 1.000 millones de dólares al año.
Tras su nominación a fines de septiembre, Strauss-Kahn, de 58 años, dijo que también era indispensable " limitar los gastos" del fondo y afirmó que la reducción del tamaño de la institución estaba "seriamente en debate".
En una rueda de prensa luego de su designación, Strauss-Kahn indicó igualmente que la reforma del sistema de cuotas debe ser encarada "lo antes posible". Según Strauss-Kahn, Europa y Rusia en particular deben abandonar una parte de sus cuotas en beneficio de otros países.
Asimismo, el nuevo director general apoya un sistema para diversificar geográficamente el personal del FMI. En definitiva, estimó que "el acuerdo tácito entre estadounidenses, que se reservan la dirección del Banco Mundial, y los europeos, que colocan a uno de ellos a la cabeza del FMI, no tiene ya razón de ser".