Argentina está por debajo del promedio de otros países de la región en cuanto a operaciones con tarjetas y transferencias, entre otros medios electrónicos de pago. Por ejemplo, en el país hubo un promedio de 22 operaciones con tarjetas de débito por año en 2017 mientras que Chile y Brasil registraron 61 y 49, respectivamente.
El Banco Central a cargo de Guido Sandleris presentó su primer Informe de Inclusión Financiera (IIF), con indicadores que miden el acceso, uso y calidad de los servicios financieros en el período comprendido entre diciembre de 2015 y marzo de 2019. El resultado en la mayoría de las categorías muestra las carencias en el acceso a los servicios y los bajos promedios de educación financiera en comparación con la región y los países de la OCDE.
El 80% de la población tiene cuenta bancaria, pero solo el 48% la reconoce como tal. Esto “demuestra que permanecen abiertos frentes para generar una mayor concientización de esta herramienta”, admite el organismo. La apertura de cuentas a personas que reciben jubilaciones o pensiones y programas de ayuda social –más de cuatro de cada diez cajas de ahorro– incidió sobre el nivel de acceso.
Educación. El índice global de educación financiera resume el grado de los conocimientos, comportamientos y actitudes financieras de los adultos. En 2017, la Argentina alcanzó un promedio de 11,5 puntos sobre un total de 21, un valor bajo a nivel internacional. En el G20 el promedio es de 12,7 y en la OCDE, del 13,7.
“La población con menores niveles educativos registró los puntajes más bajos del indicador de educación financiera, mientras que los segmentos con educación superior y pertenecientes a los estratos socioeconómicos más altos consiguieron puntajes por encima del promedio nacional”, indica el BCRA.
En tanto, algunas cifras mejoraron. A marzo de 2019, el indicador que mide la cantidad de certificados de plazos fijos cada 10 mil adultos mostró una suba del 39% en relación con diciembre 2015.