Finalizadas las elecciones del pasada domingo, se conoció que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) desembolsará U$S850 millones para políticas públicas de inclusión social en la Argentina. El crédito del organismo tiene como objetivo que las familias de bajos recursos puedan acceder tanto a planes de salud como de educación.
Asimismo, el dinero será utilizado para reforzar programas de alimentación. Esto mejorará las condiciones de vida de una porción de la población, además de contribuir a la formación del capital humano. En ese sentido, el programa reforzará los programas de transferencias de ingresos (PTI, por sus siglas en inglés), con las políticas sectoriales vigentes en el país.
También el dinero permitirá la puesta en marcha de un nuevo sistema para detectar y dar seguimiento a los riesgos sociales que enfrentan las familias beneficiarias del mayor PTI argentino, Programa Familias, lanzado en 2005 con un programa de apoyo del BID de US$700 millones. En enero de 2009, Programa Familias cubría ya a más de 600.000 hogares.
“Es un apoyo importante para las familias argentinas más vulnerables”, dijo Carlos Hurtado, gerente del departamento de Países del Cono Sur del BID en la página del organismo. Y agregó: “El programa es además muy oportuno en estos momentos de crisis financiera global, cuando se hace fundamental resguardar los avances sociales de los últimos años”.
El préstamo constituye la primera fase de un programa de fases múltiples a ejecutarse en aproximadamente cinco años, y fue aprobado con un plazo de amortización de 25 años, un período de gracia de 18 meses y una tasa de interés basada en Libor.