En medio de una incansable escalada, el dólar blue terminó la semana al borde de los $ 10 y a una distancia récord de 91% con respecto a la cotización oficial ($ 5,20). La disparada de la divisa en el mercado paralelo echó por tierra las justificaciones de “suba por estacionalidad” apuntadas en enero pasado por la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, y motivó nuevas explicaciones por parte del Gobierno, cuya plana mayor se reunió de urgencia en Olivos para analizar posibles medidas.
En lo que va del año, el dólar legal presentó un avance de sólo 5,5%, mientras que el dólar informal trepó 45%. En las cuevas de la City, los numerosos pedidos de compra se combinaron con una escasa disponibilidad de billetes físicos del lado de la oferta, lo que potenció la cotización del billete marginal que tocó los $ 9,98 en horas del mediodía para luego terminar en un promedio de $ 9,88.
“Al acelerarse la suba en los últimos meses, ni los particulares, ni las empresas parecen dispuestas a ofrecer sus dólares como lo hacían el año pasado. En sólo cinco ruedas, ganó 54 centavos y nadie quiere desprenderse de ellos salvo los casos en los que se tiene que hacer un pago urgente en pesos”, explicaron en una cueva.
En tanto, Roberto Feletti, diputado por el FpV, señaló que según cifras del Banco Central en 2011 “sólo el 12% de la población atesoraba dólares” y admitió que existen inconvenientes para poner en práctica opciones en moneda local para los ahorristas: “Estamos en un proceso hacia el fomento del ahorro en pesos con distintos instrumentos que cuesta llevar adelante”, dijo en declaraciones a Vorterix.
Para Lorenzo Sigaut, economista jefe de Ecolatina, “un dólar blue cerca de $ 10 generá un impacto psicológico sin dudas muy fuerte para el público general”. En diálogo con PERFIL, el especialista apuntó que la suba se explica por la existencia de fondo de una política económica desacertada.
“Se avanzó mucho en las restricciones de la oferta y no en las causas que empujan la demanda, y cada vez que se sumó una medida –como los últimos límites a las extracciones de efectivo en el exterior a través de cajeros– el precio del blue se disparó, por lo que creo que la estrategia no es la correcta”, evaluó Sigaut.
El avance del blue tiene efectos sobre la economía real y el aumento de la brecha entre el oficial y el paralelo incentiva prácticas ilegales. Un asesor del sector bancario destacó que “una diferencia de cerca del 100% entre las cotizaciones agudiza y fomenta las operaciones de subfacturación de importaciones y sobrefacturación de las exportaciones”.
Muchas empresas buscaron beneficiarse con diferencias del 80% operando en el mercado ilegal y esto fue posible no sólo por la gran disparidad entre el blue y el oficial sino también porque “al ser una situación que se sostiene en el tiempo, se aceitan los mecanismos fuera de la legalidad”, agregaron. Otra consecuencia directa sobre la economía real tiene que ver con la inversión extranjera que ya de por sí es baja. “¿Qué empresa va a traer dólares para la instauración de una planta si lo tiene que hacer al tipo de cambio oficial y una vez que está dentro del país tiene costos que se ajustan casi 90% más caros?”, destacó el analista.
Tasas en la mira. Uno de los caminos que el Banco Central evalúa para desalentar las operaciones en el mercado paralelo es elevar la tasa de interés, según pudo saber este medio. De esa forma, los ahorristas podrían tener un mayor incentivo para realizar colocaciones de plazos fijos en moneda local y se evitaría que el excedente de pesos siga volcándose en el segmento marginal.
“Una suba de tasas podría ayudar, pero por sí sola no alcanza. Con una expectativa de devaluación del 20% y una Badlar cerca del 15% hay margen para hacerlo, aunque si se considera las mediciones de inflación del Congreso, sigue siendo negativa en términos reales”, advirtió Sigaut.
Asimismo, Pablo Schiaffino, Investigador de la Universidad de Palermo, señaló que “las tasas altas suelen asociarse con el enfriamiento de la economía, porque cae el consumo, entre otras características, pero en este contexto no sería malo que suba un poco para desalentar la compra de dólares en el mercado paralelo, y que al mismo tiempo disminuya la velocidad de circulación de los pesos”.
El economista Aldo Ferrer, en tanto, advirtió que “el tema dólar no debe ser una trampa para recaer en políticas neoliberales que tanto mal nos han hecho”.