La negociación por sectores por un bono de fin de año, con un promedio de $ 2 mil entre los trabajadores en blanco podría volcar a la demanda unos $ 20 mil millones, según las estimaciones de la CGT con la que coinciden también algunos economistas, que sin embargo sostienen que la mejora será prácticamente “nula” en términos macroeconómicos. El límite de $ 2 mil tampoco permite recuperar el poder de compra de los salarios en 2016.
La estimación parte de una base de los 10 millones de trabajadores, incluidos estatales. Según el estudio de Orlando J. Ferreres, además, sin bono los salarios perderán 4,5% este año. Y con el plus, la caída será de 3,8%. Así, para el Centro de Estudios Atenea, para recuperar la pérdida de poder adquisitivo, el bono de fin de año debería rondar los $ 15 mil.
“Es una redistribución de recursos. La empresa tiene que sacar los fondos de algún lado y si posterga una inversión, bajan los despachos de cemento y crecen las ventas de chocolates”, graficó el economista de OJF Fausto Spotorno, que calculó que los $ 20 mil millones podrían representar medio punto de crecimiento en el consumo. “Podría acercar el nivel de consumo para que termine el año sin caer y más cerca de cero”, sostuvo.
El primer acuerdo, del sector petrolero, cerró en $ 3 mil para el bono, por arriba del mínimo que, sin embargo, otros sectores ya anticiparon que no pagarán, como en el caso de los textiles, donde se acumulan suspensiones y despidos por la mezcla de “caída del mercado interno y suba de importaciones”.
En las pymes, en tanto, barajan la opción de dar bonos “en negro” como una forma de liquidar fondos que, de otra forma, deberían ir al blanqueo de capitales (sinceramiento fiscal) en una economía que vio crecer al sector informal en el último año. Pero en ese caso, los fondos deberían estar inmovilizados o pagar una penalidad.
Deuda. “La única forma de que haya un ingreso genuino es a través del blanqueo o de tomar deuda”, analizó Spotorno. El riesgo es el del endeudamiento para el pago de un gasto corriente, una práctica que las provincias ya pusieron en práctica. En lo que va del año hubo catorce colocaciones provinciales en los mercados internacionales y otras emisiones de letras en el mercado local.
“El Gobierno va a estar muy atento a los números de las provincias. Los municipios difícilmente puedan pagar un bono y muchas provincias, tampoco”, sostuvo Nicolás Jensen, Head de Sector Público de Puente, que esta semana cerró la emisión de Córdoba, Chubut y la ciudad de Corrientes.