Desde que participó en el armado del primer canje de deuda, en 2005, hasta el año pasado, los ingresos de la firma de abogados que defiende a la Argentina, Cleary Gottlieb Steen & Hamilton (CGSH), crecieron 50% a nivel global. Pese a los resultados adversos, como la reciente desestimación de la apelación contra la orden de desacato, el estudio –que cobra entre US$ 1.000 y US$ 1.300 la hora– acaba de convertirse en el asesor de Grecia en sus negociaciones de deuda.
Los países emergentes son clave para la firma, según reconoció su presidente, Mark Leddy, que reconoció que se está mirando más a Africa, Sudamérica y Asia. En un reciente informe enviado a la junta directiva advierte sobre la reacción de los mercados, el activismo de los accionistas y la creciente actividad de litigio.
CGSH dio el salto en 2004, año en el que participó del armado del canje de deuda, que se anunció en junio de ese año y que comenzó en enero de 2005 (+25% frente a 2003). En ese momento, pasó a registrar ingresos por arriba de los US$ 800 millones. En 2010 perforó el piso de los US$ 1.000 millones de ingresos y tuvo el mejor rendimiento entre las cinco firmas que superaron esa cifra.
En 2013, según el National Law Journal, cerró con ingresos netos por US$ 1.190 millones (+5% interanual) y se ubicó en el 16º lugar entre las principales 200 firmas de The American Lawyer.
Su crecimiento no está atado a la representación de la Argentina frente a los fondos buitre NML Capital, EM, Aurelius o Blue Angel. Entre sus clientes cuenta también al Bank of America, Goldman Sachs, Google y Femsa, por ejemplo. Pero la exposición por la negociación del canje de deuda lo llevó a que asesorara a Rusia, Congo y Ecuador, entre otros. “Es un megaestudio internacional y no creo que su crecimiento esté desproporcionado a la defensa de Argentina”, aseguró el abogado Eugenio Bruno, autor del libro Sovereign Debt Restructuring.
Si bien Cleary Gottlieb “fue siempre un estudio muy grande y muy respetado en Estados Unidos, habría que analizar bien su rol en el caso argentino pero para eso se requiere saber cuáles fueron sus opiniones y recomendaciones al Ministerio de Economía”, agregó el especialista en reestructuraciones de deuda. “Son profesionales muy serios pero como en todos los casos, cuando las cosas salen mal, quizás habría que revisar su trabajo”, agregó Bruno, que recordó que los abogados de CGSH Jonathan Blackman y Carmine Boccuzzi dijeron a los jueces de la Cámara de Apelaciones que la Argentina no cumpliría sus fallos. Según el Financial Times, Blackman, por el litigio con los buitres, tiene el cuarto puesto en el ranking de peores trabajos políticos de 2014.
Kicillof, a Washington
El ministro de Economía llegará el jueves a Washington para participar de la asamblea del otoño boreal del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, unos días después de que se cumpla el plazo que tiene la titular del FMI, Christine Lagarde, para elevar su informe sobre estadísticas argentinas al directorio del organismo.
Además de la participación en la Asamblea, no se descarta que Kicillof aproveche el viaje para reunirse con los abogados del estudio Cleary Gottlieb Steen & Hamilton, en medio de las presiones de los fondos buitre para que se active la “negociación” que coordina el mediador Daniel Pollack, cuestionado por el Gobierno por ser “funcional a los fondos buitre”. La semana pasada, Kicillof anunció que se presentó una demanda en la Justicia local contra el Citibank para que se declare nulo el acuerdo firmado por la entidad y el fondo NML Capital, del magnate Paul Singer.