Por teléfono y sin una norma de por medio, el Gobierno nacional digitó un nueva forma de limitar el acceso a la compra de dólares y apuntó al mercado financiero, uno de los últimos medios legales para buscar resguardo en moneda extranjera.
El nuevo ajuste del cepo cambiario no tuvo esta vez como protagonista directo al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, sino que fue el Mercado de Valores (Merval) el que se comunicó con todos los agentes de bolsa con un mensaje claro: “Suspender las operaciones de compra-venta de títulos públicos en dólares”.
Este tipo de operaciones, que según confirmaron fuentes del mercado concentran más del 90% del total, se dispararon después que se restringiera la compra de moneda norteamericana en el mercado cambiario.
Desde entonces y hasta ayer, la Bolsa de Comercio fue el único lugar que permitió a los inversores locales adquirir en forma legal esos billetes. Se buscó escapar de la inflación del peso y esquivar el cpo, lo que explica el importante crecimiento del nivel de operaciones en ese ámbito.
Sin embargo, el magro resultado que presentó el arranque del blanqueo de capitales iniciado en julio y que establece el canje de dólares no declarados a cambio de Certificados de Depósitos de Inversión (Cedin), no logró hacer descender al dólar blue tal como esperaba el Gobierno. Por el contrario, el billete ilegal terminó la última rueda de la semana con aumento de 1,83% hasta los $ 8,35 y una distancia de 53% con respecto al oficial ($5,43) que presenta una suba constante.
En medio de este escenario, sonaron los teléfonos en la city porteña. “Llamaron al mediodía desde el Merval y pidieron que no se hagan negociaciones de compra de títulos nominados en dólares y no dieron ningún plazo límite para eso”, señaló una sociedad de bolsa.
La orden fue restringir la compra de títulos nominados en dólares, –que deben tenerse tres días en la cartera del inversor–, para luego ser vendidos, y también se pidió no hacer operaciones conocidas como “dólar cable”, que consiste en vender el título en el mercado local y transferir sólo el dinero al exterior.
“Creemos que el objetivo de fondo del Gobierno es que la gente compre con pesos activos en nuestra moneda y luego apuntar al contado con liquidación”, explicó un ejecutivo del sector financiero, con referencia a la compra con pesos de activos dolarizados que también cotizan en el exterior para luego depositar esos billetes en una cuenta fuera del país, operación que es legal pero está asociada a la fuga de divisas.
Entre los más operados en estos momentos se encuentran el Boden 2015 que ayer trepó 2,8% pero en el año aumentó 21%, también el Bonar VII que en septiembre paga dólares en efectivo avanzó 2,4% ayer y en el año un 26%, y el Bonar X que el viernes subió 1,8% y en 2013 un 13 por ciento. La nota la dio el Discount en dólares que se disparó 4,3% en la última rueda. Después de las llamadas del mediodía, la preocupación reinó en las sociedades de bolsa que no tardaron en señalar a PERFIL que la medida impartida por el Gobierno encierra contradicciones: “Creemos que están desalentando al mercado formal y registrado y que este pedido que puede apuntar a que los inversores compren Cedin en el mercado secundario también puede aumentar la demanda del blue que ya sintió el efecto del aguinaldo y las vacaciones”.
Asimismo, otros operadores señalaron que “de esta forma, quien tiene dólares en una caja de seguridad y quiere ingresarlos en el sistema legal, ahora no lo hará, porque en lugar de poder obtener dólares nuevamente al momento de liquidar, recibirá pesos”.
Algunas firmas más desafiantes se limitaron decir “hay que esperar al lunes, la realidad es que no hay ninguna norma que impida las operaciones de compra de dólares y es una lástima que en estos momentos de la Argentina la economía se maneje por teléfono, y aún peor, que todos sigan esas órdenes”.
Sin contar con detalles sobre cuánto tiempo el Merval y el Gobierno esperan que los agentes de mercado “colaboren”, según relataron las fuentes, con la suspensión de estas operaciones, los analistas se mostraron preocupados por posibles efectos sobre la cotización de los bonos en dólares.
“Los inversores, han volcado gran parte de su capital total a activos dolarizados en los últimos años”, contaron en la City.
