La “política de desendeudamiento” llegó a su fin. Con las emisiones contenidas y la herencia de negociación con fondos buitre y deudas por dividendos e importaciones, las estimaciones sobre la emisión de deuda a lo largo del 2016 oscilan, según cálculos privados, entre los US$ 30 mil y US$ 40 mil millones. El monto final dependerá de cuántos recursos comerciales o de inversión reciba el país a lo largo del nuevo año y cómo se cubrirán las necesidades de financiamiento, además de la resolución del litigio con los fondos buitre.
Un acuerdo con los holdouts, podría implicar bonos por unos US$ 15 mil millones, a los que se suman las emisiones para cumplir con las deudas heredadas con importadores y giro de utilidades, lo que implicaría otros US$ 15 mil millones, de acuerdo con las estimaciones del estudio de Orlando J. Ferreres (OJF).
En la semana, la licitación para cancelar deuda con importadores a través del Bonar 16 recibió ofertas por US$ 1.046 millones. Para el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, la deuda llega a US$ 5 mil millones. El sector estima que la deuda total asciende a los US$ 10 mil millones y la emisión del lunes pasado es una de las opciones. La otra es obtener divisas líquidas según un cronograma que establecerá el Banco Central.
“La deuda con importadores (lo mismo para dividendos) es para financiar el déficit del Estado. Porque eso es deuda privada comercial entre los importadores y sus proveedores. Lo que hace el Estado es venderle a los importadores un bono en dólares a cambio de pesos. El Estado se queda con pesos que le sirve para pagar el déficit sin usar al Central. Desde el punto de vista del Estado es simplemente una colocación de deuda para pagar el gasto, pero con características que les interesa a los importadores”, explicó Fausto Spotorno.
Más allá de cómo se resuelva la negociación con los holdouts, si la Argentina crece a una tasa promedio del 4 a 5% anual en los próximos cinco años, y aumenta su endeudamiento en 10 puntos sobre el PBI, tendría la capacidad para captar más de US$ 150 mil millones, explicó Juan Tripier, de la consultora financiera First. Hoy la deuda bruta total asciende a aproximadamente 40% sobre PBI. Con 10 puntos más, en cinco años estaría en el orden del 50%. “Argentina es un país que tiene un nivel muy bajo de endeudamiento”, señalaron desde First, puntualizando que la deuda de Brasil es de aproximadamente el 65% del PBI, mientras que la de España alcanza al 120% del producto.
Según First, hoy la deuda bruta son US$ 251 mil millones, por lo que este año se emitirá deuda por el 15% del total.
Desde Econométrica, Ramiro Castiñeira sostiene que el Gobierno además tendrá que salir al mercado financiero para afrontar el servicio de deuda de este año, cercano a los US$ 7.800 millones en 2016, más lo que demande el acuerdo con los holdouts.
Del servicio de la deuda, US$ 5.300 millones corresponden a los vencimientos propios del período, donde sobresale el pago de US$ 3 mil millones a organismos internacionales. A la ecuación también pueden sumarse los reclamos de bonistas italianos que no ingresaron al canje pendientes en el Ciadi, que ascienden a los US$ 2 mil millones.
A ese paquete se agregarían los U$S 5 mil millones que se negocian con los bancos internacionales, aunque Prat-Gay señaló que “no se trata de deuda nueva”, sino una operación con letras intransferibles contra el Banco Central.