A partir de hoy, las exportaciones de harina de trigo tributarán retenciones de un 18%, ocho puntos más que la alícuota anterior.
La Resolución 189 del ministerio de Economía estableció una alícuota de 5% para mezclas y pastas para la preparación de productos de panadería, pastelería y galletitería.
Toda una contradicción con los discursos de la Presidenta y de su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner.
El día que Cristina de Kirchner deslizó aquella famosa frase en la que se arrogaba la capacidad de poder “dar clases de vaca, trigo y soja”; destacaba los acuerdos alcanzados con el sector de la carne diciendo que fue “Producto de una decisión que tomó el Gobierno, las vacas de conserva son ahora termoprocesadas, de manera que no salen al exterior sin valor agregado". Y añadió que la cifra de 10.000 toneladas como tope para la exportación se decidió "para garantizar el consumo interno” y agregó que “Cuando un gobierno decide políticas lo hace en torno a un modelo de desarrollo económico y social que tiene por objetivo agregar valor a los productos”.
Por su parte, el ex Presidente y titular del Partido Justicialista, habló también en el mismo sentido cuando allá por abril emprendió una encendida defensa de la gestión de su esposa, atacando al campo.
En el Centro Galicia, donde se proclamó la reelección del intendente Julio Pereyra al frente de la Federación Argentina de Municipios (FAM) y en su primer discurso como titular del peronismo dijo “Necesitamos industrializar y darles valor agregado a nuestros productos, no queremos rematar el trabajo de los argentinos”.
Todo un contrasentido si se tienen en cuenta la decisión que acaba de tomar el gobierno nacional, “Ya hay 3 molinos argentinos con proyectos en marcha para instalarse en Brasil, en lugar de ampliarse en Argentina. Eso seguirá así mientras sigamos sin querer exporar con valor agregado”, dijo Alberto España, titular de la Federación de la Industria Molinera (Faim).
A su vez, el dirigente sostuvo que existe un intenso lobby por parte de Brasil para que desde la Argentina se exporte sólo grano y no harina o productos con valor agregado, con medidas que apuntan en esa dirección ya que el gobierno de Lula otorga fuertes incentivos a los molinos harineros.