La presentación en la Oficina Anticorrupción describe en detalle el modelo de negocio de sobrecostos de la era de Julio De Vido, el ex ministro de Planificación Federal e Ingresos Públicos. Además de señalarla como la empresa que ideó el esquema de remolcadores detrás de los sobreprecios de la era K, hay otra imputación. Se acusa a Marítima Meridian, en su carácter de agencia marítima de Enarsa, de cobrar fondos de la empresa estatal para pagar servicios de contratistas (remolcadores y practicaje) y luego exigir a esas empresas un reintegro de esos montos vía nota de crédito, fondos que nunca volvían a la firma estatal.
“Sobre todos los servicios, Marítima Meridian percibía de los prestadores una devolución mediante nota de crédito. Esas bonificaciones variaban entre un 20% y un 50%”, imputa la demanda. Entre los anexos adjuntados figuran 13 facturas recibidas por Marítima Meridian de distintos proveedores. En todos esos casos, Meridian exigió a los pocos días hasta tres notas de crédito por factura solicitando un reintegro de lo abonado con fondos de Enarsa. Allegados a Marítima Meridian aseguraron que en todos esos casos el dinero fue devuelto al cliente, que no era Enarsa sino el proveedor de GNL. “Recién en 2014 (por pedido del ex ministro Axel Kicillof), Enarsa empezó a contratar directamente los servicios de agenciamiento marítimo. Desde ese entonces, todas las bonificaciones son transferidas a la empresa estatal”, agregaron.