El empresariado argentino no gana para sustos. Los principales ejecutivos del país no olvidarán una semana para el infarto, en la que estuvieron a punto de tirar por los aires los business plans cuando tras el fallo en contra de la Corte Suprema de Estados Unidos hubo amagues de default, antes de que la Presidenta diera un discurso según el cual le abriría la puerta a una resolución final en la causa buitre. En ese ínterin, la organización Vistage realizó, a pedido de PERFIL, un sondeo entre 53 CEOs de empresas sobre diferentes aspectos vinculados a la causa que enfrenta la Argentina con los holdouts, que tiene en vilo el futuro de la economía argentina.
Los directivos de las principales empresas vivieron una verdadera semana de locos, que cristalizó como nunca la literalidad de la palabra “incertidumbre” que se usa para describir el clima de negocios del país. De acuerdo con el sondeo ejecutado por la organización que nuclea más de 500 líderes empresarios, los número uno de las compañías creen que si no hay acuerdo se afectará el crecimiento, el dólar subirá más y se complicarán las condiciones de financiamiento.
Después de que la Presidenta anunciara el viernes su voluntad de negociación, pero sin tener aún un acuerdo firmado con los fondos buitre, los CEO están a la expectativa, y cada día es tierra movediza.
La resolución del máximo tribunal de no tratar el caso argentino es un punto de partida, pero también lo único que hasta el momento sigue firme para los empresarios. Consultados sobre qué pasará con los planes de negocios de sus firmas, el 56,6% respondió que no hará cambios, mientras que el 37,7% los reformulará, y un 5,7% no tan optimista señaló que los suspenderá.
El nivel de actividad y el comportamiento del dólar figuran al tope de las variables más sensibles a los vaivenes de la discusión de la deuda en Nueva York. En medio de un escenario de estancamiento y con el recuerdo de la última semana de enero que llevó al dólar de $ 6,80 a alrededor de $ 8, la evolución que tendrá el tipo de cambio en el segundo semestre del año es, posiblemente, la incógnita más grande en el sector privado.
En suma, el 67,9% de los ejecutivos apuntó que un mayor ritmo de devaluación está “más cerca que antes”, el 26,4% contestó que la decisión de la Justicia norteamericana no modifica el avance del dólar oficial, y sólo el 5,7% opinó que se alejó un horizonte de mayor deslizamiento de la divisa.
En lo que se refiere estrictamente al nivel de producción, las respuestas fueron casi tan tajantes como con el dólar. Tras el fallo de la Corte, el 62,3% consideró que se deteriorará, el 34% estimó que se mantendrá y un tímido y optimista 3,8% dijo que se recuperará.
Esa expectativa negativa de la mayoría guarda, como podría esperarse, una gran correlación con la visión de los líderes CEO sobre las condiciones para “hacer negocios en el país”, independientemente de lo que hagan en sus empresas. El llamado “clima de inversión”, según estudios internacionales.
Sin un acuerdo final sellado, y como parte de la lectura sobre la cambiante película de la semana, el 66% respondió que dichas condiciones empeorarán, el 24,5% estimó que se mantendrán invariables y el 9,4% aseguró que mejorarán.
En la misma línea, los máximos directivos empresariales locales ataron la evolución de los costos de financiamiento a la resolución adversa para el país en la causa buitre. Así, el 75,5% respondió entre miércoles y jueves que subirán, el 20,8% apuntó que permanecerán invariables y un reducido 3,8% estimó que los costos se reducirán.
Más allá de la instantánea tomada con un mercado sumido en aguas turbulentas como telón de fondo, y en línea con el anuncio de voluntad oficial de negociación del viernes, los CEO fueron consultados sobre si la Argentina debe encarar un proceso de negociación con los holdouts. La respuesta de los principales empresarios fue contundente y anticipa un fuerte respaldo; el 90,6% aseguró que sí, mientras que sólo 9,4% dijo que no
Sin acuerdo, “vamos a estar jodidos”
Algunas de las respuestas abiertas contenidas en el sondeo de Vistage a 53 CEOs de las principales empresas argentinas permiten conocer en mayor detalle el clima y las principales preocupaciones de los ejecutivos. Otras declaraciones, en cambio, no tienen desperdicio.
Las inquietudes podrían englobarse en técnicas-financieras, por un lado, y estrictamente políticas, por otro. En el primer grupo, el escaso nivel de dólares en el Banco Central, las presiones que podrían surgir sobre el mercado cambiario ante la imposibilidad de obtener financiamiento externo y la superioridad del gasto por sobre los ingresos nacionales fueron las más frecuentes. “Deterioro del comercio exterior, encarecimiento de financiación, paralización de inversiones corporativas, disminución de reservas”, enumeró un alto directivo.
Otros, en tanto, destacaron la necesidad de llegar a un acuerdo con los holdouts para “generar un clima de previsibilidad sobre la Argentina” y “normalizar la relación del país con los mercados para fomentar la inversión externa”. Pero no todos fueron tan técnicos ni políticamente correctos. En caso de que la Argentina no llegue a un arreglo con los buitres, un CEO simplemente dijo: “Vamos a estar jodidos"