El Gobierno planea aprovechar la reunión del G-20 para sacarse de encima una espina económica que tiene clavada desde el 2002: los U$S 6.500 millones en default del Club de París. Para ello, la cartera que encabeza Amado Boudou mantendrá reuniones en Seúl para llegar a un acuerdo, y se prevé que haga una oferta concreta a pagar en tres años y que no incluye la intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI). De todas maneras, la aprobación de la negociación será anunciada una vez que la Casa Rosada tenga asegurada la aprobación del Presupuesto 2011 en el Congreso.