“LDT” era hasta hace unos años la sigla que todo lo ordenaba en la autopartista argentina Taranto. Significaba “Lo dijo Taranto”, y con ello se imponía la palabra de Norberto, el hombre que hace 35 años lanzó la compañía con cinco empleados y hoy tiene 800, con una facturación que supera los $ 500 millones al cierre de este año. Tiene plantas en la Argentina y Brasil, y está en pleno proceso de concentración de establecimientos para reducir costos. Acaba de recibir el Premio Nacional a la Calidad que otorga el Ministerio de Industria de la Nación por tercera vez en la historia, y a sus 67 años Taranto aspira a que sus hijos Nicolás (43) y Cintia (38) continúen en el futuro con la empresa, que se apresta a transitar un nuevo ciclo político y económico. “Los veo más profesionales que yo, que soy un adicto al trabajo”, dice.
—Terminó la campaña y ya hay nuevo presidente electo. ¿Qué espera para 2016?
—Pienso que va a haber un ajuste, y en función del ajuste tenemos que ser muy cautos. En nuestro sector venimos viviendo una crisis importante como la de Brasil. El mercado autopartista ha tenido una baja en el consumo automotor por Brasil en el último año y medio. Esperamos que el primer semestre del año también sea muy malo. A eso se le va a agregar, pienso yo, un ajuste en la Argentina, que como mínimo va a durar entre seis y ocho meses, que va a traer un ajuste en el consumo. Es probable que la gente se cuide un poco más por el ajuste del nuevo gobierno, y por las necesidades de ajuste, porque no ajusta porque se le da la gana. Hay números que plantean que se tienen que ajustar cierto tipo de cosas.
—¿Conoce personalmente al nuevo presidente y las propuestas de Cambiemos para su sector?
—No lo conozco. Y han hablado muy poco. Sobre el sector nuestro hablan muy poco. No me gusta que hablen mucho de las retenciones al maíz y al trigo y se olviden de que la industria paga un 5%, y ése es un gran reclamo que le hago al discurso del PRO. Le falta hablar de la industria. Eso ponelo bien grande. Me da bronca que no digan que la industria también paga 5%.
—Atravesado el ajuste, ¿cuándo cree que habrá reactivación en las fábricas?
—Soy muy optimista. Veo un 2017 muy bueno. Muy bueno en Brasil y muy bueno en la Argentina. Tuvimos un 2013 muy bueno. Nuestro país es un mercado de 800 mil autos, y Brasil es un país de 3 o 4 millones de autos.
—Comparativamente, ¿cómo está la Argentina en materia de costos respecto de la región?
—Por un tema de tipo de cambio atrasado, los costos nuestros son muy altos. Tenemos una inflación y aumentos de salarios del 25% anual los últimos cuatro años, y la devaluación fue de 11 o 12% anual, salvo en 2014 que fue 30%.
—Todos descuentan un aumento del dólar tras el 10 de diciembre. En 2014 se devaluó, pero al poco tiempo se perdió esa ganancia de competitividad. ¿Cómo lo ve ahora?
—No creo que cometan el mismo error que el gobierno de Cristina Kirchner. El error entonces fue devaluar 23% en enero y después clavar el tipo de cambio sin acompañar los precios.