Tierra del Fuego guarda innumerables secretos. Uno de ellos tiene que ver con una actividad ligada a la industria automotriz: la instalación de centros de pruebas de prototipos y desarrollo de sistemas mecánico-electrónicos adaptados a climas extremos.
El caso más reciente es el de Bosch, uno de los mayores proveedores mundiales del sector, que después de una etapa experimental en 2011, reveló su primer centro de pruebas para todo el Hemisferio Sur en una zona "secreta" ubicada cerca de Río Grande.
La empresa alemana, que tiene su mayor base operativa regional en Campinas, Brasil, instaló un laboratorio para "calibración" de sistemas de asistencia al frenado (ABS) de distintos modelos de autos, aprovechando las condiciones climáticas de la isla y la "contraestacionalidad" con el norte europeo, a donde la mayoría de las automotrices realizan sus pruebas de invierno.
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