El complejo comercial de La Salada, que provee indumentaria que se vende en la mayoría de los comercios para sectores de menores recursos en el Gran Buenos Aires, también recibió el impacto de la recesión. El parate económico potenció las consecuencias del conflicto con el campo, que de por sí enfrió el consumo desde marzo del año pasado.
Perfil visitó uno de los complejos que integran el populoso centro comercial durante la madrugada del jueves pasado, horario en el que llegan un centenar de colectivos en el "tour de compras"provenientes de todo el país. Fue en busca de aclarar el debate que se generó a partir del respaldo del candidato de la Coalición Cívica, Alfonso Prat Gay, a los comerciales que actúan en el lugar. Allí los responsables informaron una caída de ventas del 40% respecto a un año antes.
El paso de la crisis en el interior es palpable en cifras. Pero el deterioro de la situación económica también se aprecia sin vueltas cuando los puesteros y responsables revelan que son cada vez más las personas de clase media que abandonan los primeros prejuicios y luego la comodidad de los negocios o shopping centers para tomar sus autos particulares y proveerse de indumentaria a precios a casi el 50 % de su valor.
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