En el Gobierno parecen decididos a definir nuevos interlocutores con el mundo empresario. Y entre ellos asoma la Cámara de Comercio Argentino Estadounidense (Amcham) como un think tank que está elaborando parte de los planes de competitividad que prevén aplicar en distintos sectores.
El viernes, en una reunión en la Casa de Gobierno, referentes de la organización que nuclea a las empresas estadounidenses (y también otras asociadas nacionales y de otros países) presentaron la primera parte de una serie de informes que le encargó la jefatura de Gabinete de Ministros sobre cómo mejorar la competitividad por sectores.
En esta oportunidad hubo un extenso diagnóstico y propuestas para los rubros textiles y automotor, dos ramas de la industria que atraviesan severos problemas con despidos por aumento de las importaciones y la mala situación de Brasil. El acento estuvo puesto en los costos laborales.
El documento lo recibieron Alejandro Fontán Balestra, técnico del área que conduce Marcos Peña, y Lucio Castro, secretario de Transformación Productiva, en el marco de presentaciones que también hicieron el grupo de exportadores de servicios Argencon y la Cámara del software (Cessi). Quedaron en hacer otro encuentro ya con los vicejefes de Gabinete, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, quienes habían encargado los reportes meses atrás.
“El Gobierno nos convocó para trabajar en planes de competitividad”, contó Manuel Aguirre, presidente de Amcham durante el foro Argentina Summit que organizó la revista The Economist en el Hotel Alvear. En total, presentarán reportes sobre unos 12 sectores que representan el 70% del Producto Bruto Interno del país.
Representatividad. “Nosotros tenemos 35 cadenas de valor y reunimos 1.070 cámaras”, recuerdan en la Unión Industrial Argentina (UIA), donde toman estos pedidos del Gobierno a la Amcham y otras cámaras como un intento por restarle legitimidad a la central fabril, hoy una caja de resonancia de sectores que se quejan por el aumento de las importaciones, que saltaron 23% en enero respecto de enero de 2016, según el Indec. Los ánimos están caldeados de cara a la reunión de junta directiva del martes, donde unos cien empresarios de todo el país manifestarán “una gran preocupación por la situación industrial”. Si bien pronostican un crecimiento del 1,5% o 2% si Brasil deja de caer, avisan que hay un 40% de capacidad ociosa, lo que frena cualquiera nueva inversión.
La convocatoria oficial a la Amcham no hace más que exacerbar diferencias entre empresarios nacionales y extranjeros, que por ejemplo ya tuvieron sus manifestaciones con el lanzamiento del Foro de Convergencia en 2015, impulsado por Amcham junto a la Asociación Cristiana (ACDE) e IDEA.