En el atardecer del jueves, mientras Cristina Fernández apuntaba a un vínculo fondos buitre-Donnelley y anunciaba la aplicación de la Ley Antiterrorista a la empresa estadounidense, en el piso 24 del Sheraton Retiro un grupo de diplomáticos de Washington se reunía con empresarios locales en un evento “social” donde sondearon las perspectivas de las empresas, la actividad y posibles medidas del Gobierno.
El salón Aguila –“águila, no buitre”, según aclaró uno de los asistentes– sirvió como escenario para el ágape reservado por el que desfilaron representantes de la industria y el comercio, economistas, diplomáticos europeos, exportadores e importadores, convocados por el agregado comercial Timothy Stater, donde se intercambiaron expectativas tras el “default selectivo”.
“Querían saber el impacto real en la economía, cómo reaccionaron las empresas, hasta cuándo puede durar”, explicó uno de los participantes. Del otro lado, los representantes de la embajada “transmitían la necesidad de que el cuadro se normalizara lo antes posible, como expresión de deseo, con ganas de alivianar el clima”.
La última semana fue escenario de marchas contra los despidos no sólo en Donnelley, sino en la autopartista Lear, también de capitales estadounidenses. Y los afiches de “patria o buitres”, donde las aves se despliegan sobre la bandera roja, blanca y azul con rayas y estrellas, apuntaron contra Washington.
En un reciente informe del departamento de Estado sobre el clima de inversión –donde señalan que la Argentina “tomó medidas para mejorar el clima”–, la delegación de Buenos Aires reconoce que “hay grupos que ocasionalmente protestan frente a la Embajada o empresas vinculadas a los Estados Unidos. La violencia siempre preocupa, pero no es considerada un riesgo para el clima de inversión”.
A poco más de diez días de una nueva edición del Consejo de las Américas, por el que desfilan anualmente en Buenos Aires empresarios y funcionarios del gobierno nacional, las luces amarillas se extendieron a la Cámara de Comercio Argentino-Estadounidense. La Amcham, que nuclea empresas de Estados Unidos con negocios en el país y viene impulsando el Foro de Convergencia Empresaria junto a otras cámaras para fijar la agenda poskirchnerista, le hizo llegar al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, un pedido de audiencia para manifestarle su preocupación por la escalada. Además, enviaron la misma solicitud al Senado, con la intención de que sea parte del debate.