Interesado en lograr una aprobación rápida, el Gobierno anunció que estaría dispuesto a realizar cambios a la iniciativa enviada al Congreso, sin embargo aclaró que no negociará una cláusula de “intangibilidad”. Es “absurdo”, dijeron desde el kirchnerismo, puesto que ello equivaldría a “depreciar la moneda”.
La incorporación de una cláusula específica que prohíba la utilización del dinero para otro fin que no sea el pago de las jubilaciones es una de las principales demandas de la oposición, que adelantó que no aceptaría aprobar el proyecto sin modificaciones. Sin embargo, el Gobierno considera que los múltiples mecanismos de control sobre el dinero son garantías “más que suficientes”.
La futura Comisión Bicameral parlamentaria (la cual el Gobierno aceptaría que esté integrada completamente por legisladores de la oposición), la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) y la Auditoria General de la Nación (AGN) serían para el Gobierno los tres mecanismos de control sobre los aportes jubiltorios.
"Todos los mecanismos de control son garantía suficiente para la tranquilidad de que los fondos van a ser bien utilizados", dijo el jefe de bloque k en la Cámara baja, Agustín Rossi, según la agencia DyN. El diputado insistió en que "no tenemos ninguna intención que el dinero sea para pagar ningún tipo de deuda".
Cambios sí. Por su parte, el director de la ANSES, Amado Boudou, se mostró a favor de eventuales cambios que introduzcan en el Congreso que signifiquen "mayor control". Y sostuvo que "es una muy buena oportunidad para terminar con una historia de manotazos a los fondos de los jubilados", remarcó.
La intangibilidad. El titular de la comisión de Previsión y Seguridad Social, Juan Carlos Díaz Roig, dijo: "Sobre el mecanismo de control estamos recibiendo ideas muy interesantes, como así también respecto de la intangibilidad, que en realidad es especificidad, porque se trata de establecer específicamente en qué se van a intervenir esos fondos", puntualizó.
Díaz Roig explicó que en este último caso las propuestas buscan determinar "en qué no se debe invertir; por ejemplo, no se debería invertir fuera del país, no se debería invertir en pagar la deuda externa o no se debería invertir en campañas políticas". Por eso, evaluó que la "hipótesis de intangibilidad (de los fondos), o sea, de no invertirlos, sería absurdo porque sería depreciar la moneda", aclaró.
Las contradicciones de la oposición. Aunque Oscar Aguad, jefe de la bancada de diputados de la UCR, reconoció que el sistema solidario de jubilación es "el mejor", reiteró que los legisladores del partido se "niegan definitivamente a discutir el proyecto" oficialista de estatización de los fondos de las AFJP.
El radicalismo históricamente fue uno de los grandes defensores del sistema de reparto. Sin embargo, en oposición al Gobierno, no discutirá el proyecto que devuelve las fondos jubilatorios al sistema estatal. Distinta es la situación de Claudio Lozano y los ex ARI de Solidaridad e Igualdad, quienes adelantaron que, en general, votarían por el “sí” a la nacionalización.
En tanto, sectores de la derecha como el PRO señalaron a Perfil.com en la semana que rechazarán de cuajo el proyecto del Gobierno, al tiempo que dijeron que el sistema “debe quedarse como está”. Esta posición crítica es compartida tanto por la Coalición Cívica de Elisa Carrió como por los peronistas anti K como Francisco De Narváez, los Rodríguez Saá y Carlos Menem.