El control del precio de dólar se convirtió en una obsesión para el Gobierno, y quien mejor que Guillermo Moreno, pensaron en el seno K, para poner orden al asunto. Entre otras maniobras y por órdenes no escritas del secretario de Comercio, varias empresas de primera línea vinculadas a la importación y exportación de productos se encontraron con varios problemas a la hora de adquirir los dólares necesarios para pagar a sus proveedores en el exterior.
Si bien la moneda estadounidense bajó ayer a $ 3,38, acumula una suba cercana a un 10% en el último mes. Según informa el diario El Cronista Comercial, luego de que el Banco Central actuara ayer en las operaciones de cambio, el turno le llegó luego a las operaciones comerciales.
En el mismo momento en que las grandes empresas del país se disponían a cerrar la compra de dólares, les llegó un aviso desde las entidades financieras que aseguraba que por “instrucciones no escritas” no podían comprar más de u$s 5 millones.
Ese límite de cinco millones no demoró en reducirse a los 2 millones de dólares, margen que se mantuvo hasta el final de día. Pero las noticias no terminaron allí. Con el correr de la tarde, se agregó una nueva obligación: sólo se autorizaron las compras de divisas para hacer frente a importaciones si “ estaba calzada con otra de exportación”. Es decir, si se vendían dólares.
Según el matutino, la idea del Gobierno era frenar las operaciones especulativas que intenten sacar divisas del país. Pero la máxima inicial se convirtió desde ayer en una traba generalizada para las operaciones de comercio exterior. “Si esta situación se mantiene, no sólo podría desencadenar un default financiero, sino uno comercial. Increíble”, expresaron en una de las firmas que estuvo inmersa en esta situación.