Europa quiere el acuerdo con el Mercosur para salir de la crisis con las exportaciones y espera que se cierre antes de que se renueve su Parlamento en 2014, ya que podría volverse más conservador y nacionalista.
El 95% del acuerdo “está cerrado” y la demora en la negociación “no es un problema técnico sino político”, explicó el jefe de la delegación de diputados europeos que visitó Montevideo y Buenos Aires para probar las aguas, el español del PSOE Luis Yáñez-Barnuevo. El 5% restante es el que más incidencia tiene sobre la generación de empleo y producción, como en el caso de los bienes industriales que el bloque local busca proteger.
“Europa está ofreciendo rebajas de aranceles muy sensibles”, pese a la dureza de los agricultores –en especial franceses– contra el acuerdo, sostuvo el grupo de diputados que se completó con Josefa Andrés Barea y Jean Pierre Audy.
“Los subsidios agrícolas (europeos) ya no son lo que eran. Hay un estereotipo que se repite como paradigma, pero el obstáculo son los aranceles”, aseguró Yáñez, que se reunió con el canciller Héctor Timerman, el negociador de Comercio Internacional, Augusto Costa y el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez. Los legisladores estimaron que hoy 400 de los 750 parlamentarios estarían a favor del acuerdo y reforzaron la idea de cerrarlo este año.